mi escritura está en un plan de dispersidad total. por ejemplo: estaba trabajando en una novela a partir de tres distintos relatos. y sí, la base de los tres relatos ahí están, pero en el camino se me cruzó un personaje y ese personaje me llevó a otro y de pronto me di cuenta de que esa reunión de voces bien podía armar un pequeño libro de cuentos. entonces, hice una pausa dramática en la novela y me puse a mil por hora en las últimas cuatro semanas a trabajar este otro proyecto. heme ahora que acabé el primer borrador de una colección de diez queridos cuentos que me ha dejado con una sonrisita en el alma. pero, por si fuera poco, cerrar este libro me ha dejado con notas a pie de página para volver al otro y entrarle con todo al otro, hasta acabar el otro. ahh, queridos cuentos, cómo me enseñan.
vietnam
Woman, what’s your name? – I don’t know.
Where were you born, where do you come from? – I don’t know.
Why did you dig a hole in the ground? – I don’t know.
How long have you been hiding here? – I don’t know.
Don’t you know we will do you no harm? – I don’t know.
Whose side are you on? – I don’t know.
There’s a war on, you must choose. – I don’t know.
Does your village still exist? – I don’t know.
Are these your children? – Yes.
Wislawa Szymborska
la crueldad de abril
el otro día, por más que lo intentaba, no podía explicarle a Barbudo -y a su puertorriqueñez- el mexicanísimo concepto de “febrero loco y marzo otro poco.” yo le ponía uno y mil ejemplos y nomás no. entonces en marzo un fin de semana hizo un calor de la chingada y al fin de semana siguiente un frío de la más chingada y quiero creer que con eso mi punto quedó aclarado.
pero ahora comenzó abril. y ya sabemos lo que que t.s. elliot dijo de abril (y si usted no lo sabe léalo aquí). abril ha sido cruel conmigo, queriendo y sin querer, (hablo del mes). en el pasado abril nos ha traído malas noticias, tristezas varias, acongojamiento de diversas intensidades.
pero lo hemos sobrevivido. mal que bien, lo hemos sobrevivido.
le quiero hablar a Barbudo de t.s. elliot y de la crueldad de abril, capaz que ya lo sabe porque ese no es un mexicanísimo concepto. pero y si no lo sabe ¿qué caso tiene que le diga? ¿qué caso tiene pensar en la crueldad de abril desde el día cuatro y hasta el 30?
cuando me vine a vivir al paso (en el peor y más balacero momento de esta frontera) decidí no tener miedo. decido en este mismo instante no tener miedo a los meses y a los días, a las certezas y a las incertidumbres. uso, pues, abril para deshacerme de los temores que no he barrido bien con el paso del tiempo. ese polvo terrorífico que me cubre y del que a veces no me desencanto.
¿puntos y comas o personajes y tramas?
hace unos meses tuve a bien discutir con Barbudo. él decía que yo debería de dejar de enseñar a hacer párrafos y a poner puntos y comas y dedicarme por entero a escribir o a enseñar a escribir narrativa. mi espíritu docente y madreteresiano se super ofendió. ¿cómo se atrevía, si para mí era tan importante ayudar a otros a escribir oraciones y párrafos y poner puntos y comas y convencerlos de que escribir bien les auguraría éxito profesional sin importar su área de desempeño?
pero.
aunque odio admitirlo, tiene razón.
le había apostado a un empleo relindo en mi college y aunque digamos que quedé en la ronda final, el puesto es de alguien más. no tendré un trabajo de tiempo completo enseñando a otros a hacer párrafos y a poner puntos y comas por los cinco próximos años de mi vida. no.
en cambio, trabajo en una novela que pinta bien y que inicié gracias a la Residencia en Tepoztlán.
en cambio, continúo con Casa Octavia y los martes tallereo con una chica que tiene una novela gorda y bárbara entre manos.
en cambio:
hace menos de un mes me invitaron a ser Lecturer de 2017 a 2018 en el programa de Escritura Creativa de la Universidad de Texas. traducción: no seré profe de horas sueltas, seré profe de tiempo completo enseñando a crear personajes, tramas, tiempos-espacios, enseñando a escribir na-rra-ti-va.
no tengo cara para ponerme triste porque no me dieron el puesto que quería (o que yo creía que quería) no tengo cara para eso porque hey estoy haciendo lo que me gusta hacer: escribir y ayudar a otros a escribir. y, mejor aún: tendré sueldo por hacerlo, (un sueldo muy lindo, además) (claro, si los dioses del olimpo administrativo no mueven cosas y me dejan volando).
así que no, mi plan madreteresiano comunitario con salario por cinco años se ha caído y, en su lugar, encuentro otro, uno que tiene más que ver con escribir como privilegio, escribir con comodidad. escribir porque sí. un empleo como meta corta, pero un empleo en fin.
Era verdad
Era verdad que la chica había llorado. Sacado toda la lluvia de un huracán, toda el agua de una tormenta, todo el líquido del río de su cuerpo hasta dejarlo en la esterilidad de una sequía que continuaba doliéndole en la cabeza.
Magela Baudoin, La Composición de la Sal
detener el tiempo
una vez, hace muchos años escribí aquí que yo tengo el poder de parar relojes. me regalan o me compro un reloj. pasan apenas unos días o semanas y pum, se paran. pensé que era un poder venido a menos porque mi reloj negro había permanecido en movimiento casi dos años.
entonces.
el domingo me compré un reloj rojo. un timex sencillito y muy bonito.
se paró.
así nomás. se paró. se paró como quien va caminando y de pronto se da cuenta de que algo olvidó pero no sabe qué.
mi don
o mi maldición ha vuelto. yo detengo el tiempo y no hay nada que usted pueda hacer al respecto.
vida escrita
todo parece sacado de una novela. o de una película. o de un video de björk, ese en el que ella encuentra un libro que se escribe solo y que luego.
mi sobrina Fátima murió el 4 de febrero de leucemia mieloide aguda. tenía 20 años. unas siete semanas antes de ser diagnosticada ella estaba en sudáfrica, haciendo trabajo comunitario. iba a ser doctora. el año pasado llevó un par de clases de escritura creativa. Fátima escribía y dibujaba.
siento que la conocí tan poco, pero pasan los días pasan y siento que la conozco más. o bien, siento que conozco a alguien. alguien nuevo.
mi hermana ha descubierto que, en su computadora, Fátima guardaba muchísimos secretos. una novela, por ejemplo. un cuento autobiográfico, por ejemplo. una vida, por ejemplo.
leo. leemos a Fátima mi hermana y yo y nos sentimos así en una película, en una novela, en un video de björk, sólo que aquí el libro no se escribe solo. el libro se escribió antes. en secreto.
Fátima tenía una vida escrita en secreto. Fátima escribió sobre dejar a su Padre e irse con su Madre:
“Somewhere permanent. Somewhere safe. Somewhere where there was love. Somewhere where scolding was not without reason. Somewhere where advice did not mean order. Somewhere where I knew I could decide for myself without having someone else imposing their ideas on me. Somewhere I could learn to be me.”
leo. la leo. sonrío. tengo un nudo en la garganta. pero sonrío. mi sobrina sí encontró su somewhere. se lo construyó ella misma. fue ella misma.
personas y palabras y enunciados
La búsqueda de la página en blanco no es otra cosa que una guerra contra el imperio del lenguaje, una contienda para comunicar sin tener que usar una sola palabra, para que el concepto deje de ser una justificación. Pero el lenguaje es ineludible. Desconfiamos de las personas y nos cuesta trabajo dudar de las palabras. No sospechamos de las palabras sino de las versiones de un hecho que se enciman sin corresponderse. No tememos de las palabras sino de cómo se acomodan en los enunciados, de lo que podrían estar diciendo en realidad. No desconfiamos del silencio sino de la ambigüedad que implica.
Verónica Gerber Bicecci, Mudanza
reconcilio numérico
cometí un grave error en mi vida. o tal vez el primer gran ese error en mi vida lo cometió mi mamá cuando una vez me dijo, nos dijo que ella seimpre había sido pésima en matemáticas y que por eso nosotros también lo éramos. con nosotros me refiero a uno de mis hermanos y a mí, porque lo que es los otros dos, salieron siempre bien librados.
el error fue créermelo. bueno, ¿qué me quedaba sino creer en ella? considerando además que mis calificaciones en matemáticas siempre habían sido penosas.
pero mi error no sólo fue créermelo, sino además compartir esto con mi hijo el casiadultojoven. creo que su papá hizo lo mismo, o bien, son inventos del hijo. sí, el hijo también inventa cosas.
el caso es que ayer en la junta con su maestra de cálculo diferencial vengo a enterarme que el hijo casiadultojoven argumenta que su capacidad numérica es genética, no es él, sino todos nosotros los que nacimos antes que él, los culpables de sus resultados. la maestra de cálculo diferencial lo desmiente y, además, lo acusa de ufanarse.
el hijo casiadulto mayor se ufana. y es que piensa que el cálculo diferencial no tiene sentido en su vida. así pues tanto él como yo, creo que más yo, necesitamos un reconcilio numérico ya sea aprendiendo de una buena vez a promediar en un abrir y cerrar de ojos o al menos a calcular que en la vida los números son tan útiles como las palabras.
la lejanía
Toqué el cadáver de mi madre cuando tenía diez años. En una salita del Seguro Social de Ciudad Valles, San Luis Potosí, que ahora, casi treinta años después, asumo era la morgue. Escribo toqué el cadáver de mi madre y me recuerdo poniendo mis dedos sobre su barbilla, ejerciendo una leve presión, incrédula y torpe porque jamás había estado ante un difunto; ingenua e infantil porque cuando entré a esa habitación oscura aún deseaba encontrar algo de vida en el cuerpo muerto que tenía frente a mí. Pero la piel, su piel, era ya una cosa endurecida, acartonada, una cosa que hablaba del frío, de la lejanía, de lo que no está ni estará más presente.
Sara Uribe, lea usted más aquí.