MUSIC MISSING (se recompensará a quien…)

Desapareció.

Mi estuche de discos desapareció.

Fue visto por última vez en biblioteca, donde estaba trabajando. La culpa de todo la tiene el clima y es que como ahí hace mucho frío, me la paso en un ir y venir al baño. En una desas emergencias alguien de seguro llegó, vio y apropióse.

Así pues, me invade una “infinita tristeza” por la ausencia de:

-Sí, de Julieta Venegas (oh, julieta, julieta…!)

-Tales of a Librarian, de Tori Amos (“aaamos, te gusta tori”, dijo la natalia)

-Aqua Mosh, de Plastilina Mosh (lo peor es que, bestias, el disco era del Edgar, lo cual implica que deberé heredarle mi Hola chicuelos, también de PMosh, sniff)

-Reality, de David Bowie (lo bueno que no fue el Heathen, pero de todos modos, buaaaa, bowie!)

-Próxima estación esperanza, de Manu Chao (aunque el meza diga que me hicieron un favor, yo extraño que el chaparrito me diga: “me gusta la montaña, me gustas tú”)

y otros dos que, oh my!, ya ni me acuerdo cuáles son…

Se suplica a algún alma caritativa poseedora de alguno destos discos (porque son tan o más eclécticos que yo) que se apiade desta pobre nena y le queme uno o todos estos discos porque: I miss my music!

HORMIGAS EN LA CASA ( attack of the killing ants)

Hay quienes dicen que soy un tanto obsesiva con la limpieza (y con la comida y con el orden y con…). Se burlan de mí porque cuando voy al mandado lo que llevo con más gusto son los productos como: cloro, lysol, pinol, windex y ajax. Pero bueno, así soy. Y eso que no saben que una vez a la semana, por la mañana, sacudo montones de ajax en mi regadera y echo un poquitín de agua… y todo el día estoy pensando que quedan pocas horas para volver a casa y… cha ca cha chán, ponerme a cepillar a rodilla pelona el piso de mi regadera feliz y extasiada…

Bueno, esto sirva para decir que mi casa no es sucia.

Por lo tanto.

No entiendo, no señor, no-en-tien-do porque hay tanta pinchi hormiguita en mi casa. Sí, desas chiquititas rojas que de lejos ves tiernas pero que si te pican ah jijos cómo duele. Cual niñitas margaritaprimavera: maldito mordidón en el dedo gordo!

Total que ahí están.

Primero les dio por entrar por un huequito en la puerta de la cocina. A limpiar, limpiar, limpiar: cloro, pinol, cloro, pinol… lysol para matar gérmenes… cloro, pinol, cloro, pinol… Doña Silvia (mi amá) me dijo que les pusiera un limón cortadito y que no se acercan: ¡Eureka!

Pero luego les dio por entrar por la puerta principal y hacer un camino muy conceptual hasta la mesa del comedor y, ¡asco!, hicieron un parque de diversiones ahí arriba… todo por culpa de un chicharito viejo que debe haber dejado mi chicharito apiñonado. Va: cloro, pinol, cloro, pinol…lysol, cloro, pinol y rebanada de limón.

Acabé con un porcentaje de la población hormiguesca de mi casa. Dije bien: un porcentaje solamente. Anoche llegué y había cuatro hormigas en la alfombra, seis en la regadera, tres en las patas de la mesa, dos en mi recámara y yo entre histérica y preocupada… eran pocas pero ¿por cuánto tiempo? ¿Sobreviviré el ataque de las hormigas asesinas?

Y estoy en el trabajo, mediocontenta porque ya es jueves, pero no dejo de pensar que yo, sylvia, tengo hormigas en la casa.

ZZZ (zzzzz!)

Yo no sé cómo le hago, pero siempre termino cerrando los ojos como hasta después de las 11 de la noche. Me acomodo, me duermo… en la primera volteadita ( o lo que siento como tal) miro de vuelta el reloj (¡qué obsesión!) y ya son las 4 de la mañana. Siempre digo “chin, sólo me queda una hora” y comienzo a preocuparme tanto de que sólo me queda una hora que en realidad no duermo profundamente esa hora. Suena el reloj a las 5. Esta mañana fue así. Y llego a las 6:50 a este cerro con un sueño feroz. Deseando tomar café y evitándolo. Pero doña Rosario (de intendencia) me debe haber visto muy cansada pues me compartió media tacita de café y una barrita de bran noséqué. Ni modo de decir que no.

(¿Sabe alguien lo que es llenarse de halagos entre las 7:15 y las 7:45 a.m.hacia Velázquez y que cinco alumnos, tres de ellos beisbolistas, se te queden viendo como si estuvieras loca, como si hablaras en chino mandarín?)

Así que estoy desvelada, fastidiada y buscando ánimos en la mochila y en el monedero. Porque este, será un día largo, gordo y sin mermelada.

I QUIT (i give up)

I quit, I give up, nothing’s good enough for anybody else

it seems

and I quit, I give up, nothing’s good enough for anybody else

it seems

And being alone is the best way to be

when I’m by myself it’s the best way to be

When I’m all alone it’s the best way to be

When I’m by myself, nobody else can say goodbye

Everything is temporary anyway

when the streets are wet, the colors slip into the sky…

By Eddie Brickell

DREAM CAFE (my, dream cafe)

Es un lugarcito cálido en alguna esquina de Londres. Es cierto que en ese punto geográfico se toma más té que café pero no importa porque esto es un dream cafe.

Bueno, es media tarde, esa hora en que se antoja no estar trabajando, ni manejando, ni lavando y en este caso, ni grabando… esa hora en que lo único que se antoja es estar en una mesa platicando reteagusto con las amigas.

Llega la primera, la pelirroja, la pelolargo la “Cornflake Girl” como le dicen las demás, trae un libro bajo el brazo, segurito un poemario de Anne Sexton. Se sienta y pide un latté. Es Tori.

Luego llega la otra, cabello negro, ojos entre achinados y grandes, voz aguda, suave suave suave… Besa a Tori y Tori le dice “howdy, Kate”. Se sienta, le pregunta a Tori “what are you reading?” y Tori le muestra su libro.

Tanita y PJ, llegan juntas. Cabellos negros y largos. Tanita le dice que Virginia Woolf rules y PJ sólo asiente con algo que no es ni un sí ni un no. Toman sus lugares al lado de Kate y Tori.

La última, por supuesto, es Björk que llega entre brinquitos y gritos de “I’m hia”. Tiene una chamarra peluda que pica tan sólo de verla y su cabello recogido de manera indescriptible.

Hablan de productores, de discos, de libros, de ciudades y de zapatos, por supuesto. Se burlan un poco de la última de Courtney, de todas las de Sinéad, de lo gordo que está Peter (Gabriel, sí) y de que realmente tienen que invitar a la chica de los White Stripes. Intercambian el teléfono del director que les hizo el último video.

Hablan de sus hijos, las que tienen. Hablan de sus parejas, las que tienen. De su agente, las que tienen.

“When will you record again?” le preguntan a la que hace mucho que no. “Are you really not making another movie ever?” le preguntan a la que una vez hizo cine.

Ríen, beben, mordisquean biscuits y cuando se despiden se dicen: “keep in touch”.

TWISTY IN MY SOBRIETY (a bit of a song)

Drive your problems from here

All good people read good books

Now your conscience is clear

I hear you talk girl

Now your conscience is clear

In the morning I wipe my brow

Wipe the miles away

I like to think I can be so willed

And never do what you say

I’ll never hear you

And never do what you say

Look my eyes are just holograms

Look your love has drawn red from my hands

From my hands you know you’ll never be

More than twist in my sobriety

More than twist in my sobriety

More than twist in my sobriety

Tanita Tikaram

SUSHI SURVIVOR (ay, mi pancita…)

El fin de semana estuvo suave. Ya había planeado mi sábado totalmente en casa, así que temprano fuimos al Walmart (con lo que aún quedaba del precioso depósito que nos hizo la Natalia a nuestra flaquitita cuenta bancaria)a comprar leche, jugo, pan, etc… Ahí, en la pura entradita vi el stand ese que tienen con sushi. Paquete de 10 rollos a veintitrés pesitos… ay, ¿a poco no puedo darme un lujito? Vénganos tu reino. Agarré el sushi y pasee contenta por el resto de los pasillos.

Al mediodía me llama el m & m, ji ji, el manuelmeza, pues… Que la negra llegó ayer, que queremos comer los tres, que a dónde se te ocurre, que si a las tres pm está bien, etc., etc.,etc… Consigo cien pesitos, niñera y a la hora prevista me lanzo por el uno y luego por la otra. Curiosamente comimos sushi.

Bueno, pasó el sábado, llegó el domingo, yo teclee y teclee antes de irme a la comida familiar por el día del padre. Fin de la comida familiar, visita veloz a los otros abuelos y al padre del hijo de cinco y luego a casita… To type like the wind…

Por la noche, sola y con la casa en penumbras había un huequito en mi estómago que había qué calmar… a ver, a ver… visita al refri. Y hélo ahí: el paquetito de sushi de veintitrés pesos. Vénganos tu reino.

Pero a las tres de la mañana, el reino se convirtió en el infierno de Dante y mi estómago, mi cabeza, mi habitación entera daba vueltas y vueltas y vueltas y vueltas.

Oh, oh… sushi intoxication…

Me niego a dar detalles que podrían pecar en lo escatológico pero juro que vi mi vida pasar: yo a los 6 años al lado de la bugambilia de mi mamá, yo a los 7 cayendo de la bicicleta, yo a los 15 rogándole a Dios que ya se acabara mi fiesta de quinceaños, yo a los 18 sin saber qué hacer con mi vida, yo con un niño lindo en brazos, yo frente a las puertas de capistrano pidiendo asilo, yo, yo, yo…

Tuve tiempo de analizar mi vida. Creo que de haber podido sostener una conversación normal por más de un minuto sin ir corriendo al baño le hubiera llamado al otro m&m y le hubiera dicho, ya tumbémonos el rollo seamos amigos, también le hubiera llamado a mi hermana y le hubiera dicho dos o tres cosas importantes, habría hecho de una buena vez mi testamento y dirigido una bella carta a mi único hijo…

I’m a sushi survivor… Y veo la vida de otra manera. Por lo pronto a los sushis viejos ya no los veo con ojos de huequito en la panza.

MI VIDA YA NO ES PRIVADA (but so…?)

Ayer estuve con una amiga, nos invitó al hijo y a mí a comer pizza con ella y su hija. Hablamos de esto y de lo otro. Y como suele ocurrir cuando dos madres-bellas-contemporáneas se reúnen, hablamos de los hijos. Y justo cuando iba platicarle la última del enano, me dice. Sí, qué risa, lo leí…

Plop.

Este hecho despertó dos sentimientos en mí:

sentimiento A: Gusto. Sí, claro, gusto por saber que soy leída (por lo menos por mi amiga) y que sigue las crónicas de mis días.

sentimiento B: Tristeza. Sí, claro, tristeza por saber que el hecho de escribir cancelará a veces el hecho de platicar. Y como generalmente me viajo grueso, me quedé pensando en que ya nadie va a preguntarme nada de mi vida porque lo saben todo. No voy a poder decirles, fíjense que cuando fui a Oaxaca… porque no me van a pelar.

Les digo, me viajo grueso.

Por la tarde me hice dos tres cuestionamientos sobre mi no-privacidad… ¿estará bien? ¿estará mal? Pero llegué a la conclusión de que si en un principio comencé esto fue por el puro gusto (y hábito) de la escritura. Así que mi vida no es privada , so what?

También pensé que en realidad, conociéndome como me conozco, sé que nunca (nunca nunca) voy a quedarme sin algo qué platicar mientras como pizza con los amigos…

BEWARE OF THE KID (no respondo, no respondo…)

Mi hijo se ha convertido en un obseso (no obeso, y miren que come como cerdito) de las computadoras, de los juegos de maquinita. Le rechinan los huaraches (del hombre araña) porque alguien, quien sea lo lleve a las maquinitas del Soriana, o bien, si no es mucho pedir: a Mundo Divertido.

Bueno, pues planeando un poco su diversión de verano hace días hizo un planteamiento. “Te propongo algo. La próxima semana me llevas al Mundo Divertido.” Uno no puede menos que argumentar una serie de hechos que se han venido presentando y que son:

a) berrinches

b) berrinches

c) ¿ya mencioné los berrinches?

Sus berrinches son de diversa índole: berrincheporquenoquierecomer, berrincheporquenosequierebañar, berrincheporqueseríendeél, berrincheporquequiereirconelsamy, berrincheporquenoquieresalirconpapá…

¿Cómo llevarlo al Mundo Divertido si hace tantos berrinches?

La solución en manos del hijo fue sencilla: “¡Ya sé, tú me dices qué día me vas a llevar al Mundo Divertido y ese día me porto bien!”

Muy mono el de cinco. Hay que hacer énfasis en la parte esa de ese día me porto bien. ¿Y los otros? ¿y el resto de su vida?

La verdad, ante este penoso hecho, no sé si reírme, si llorar o simple y sencillamente llamarlo “pequeño cínico, desvergonzado…” Así que, tengan cuidado si se lo encuentran y de pronto les dice: te propongo algo… Uno no sabe qué puede ocurrir… y yo: no-res-pon-do.

PRESENT PERFECT ( si existiera…)

Los tequiero que tengo aquí en la mano, no son, no fueron y no serán nunca suficientes para el hombre de los ojos grandes y las palabras bellas.

¿por qué no existe -realmente existe- el present perfect?

Un Alma Cercana