Cuando uso el vestido de mi madre, repito su nombre en voz alta
sorprendida siento su carne viva,
los pliegues de sus manos,
invoco con ella la felicidad engendrada,
su sonrisa como sandía
Cuando uso el vestido de mi madre en posición fetal,
me enseño a ser valiente, a usar su risa más burlona,
a sobrevivir rodeada de extraños
Cuando uso el vestido de mi madre, acepto la muerte como obsequio
y veo cómo la gente se hace más pequeña.
Ingrid Bringas