meses de mucho, meses de todo

He tenido unos meses de mucho trabajo, mucha escritura, muchos viajes. Se acabó el semestre y a la semana ya estaba yo en Monterrey para dar un curso, luego otro en CDMX, regresé para hacer un pequeño road-trip con Barbudo pero me llevé la compu y la artillería didáctica porque al mismo tiempo estaba dando un curso en línea. Se acabó ese curso y pum, de inmediato otro.

En el inter, presenté un libro, entregué otro Nitro-Press, arreglé mi bici, volví a hacer ejercicio y leí un montón de novelas, cuentarios y poemarios.

Así que han sido meses de mucho, meses de todo. Me siento cansada, pero también, un poco deslumbrada de mi propia capacidad de hacer multitasking. Sin embargo, como dice una amiga mía, en el workaholismo mío seguramente hay algo más enterrado por ahí, algo que me niego a sacar a la luz o a ver de frente.

He decidido pues que después de estos meses de mucho me voy a dar más días de desconexión a la semana, voy a decir que no más seguido y voy a darle un descanso a la escritura. Heme bicicleteando a diario, heme haciendo cortas meditaciones por la mañana y yoga por la noche. Heme tratando de darme a mí misma la atención que todo el tiempo le doy a lo otro, todo lo otro.

Los meses de mucho y de todo, serán para mí, así que el resto del 2018 seré mía.

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