Y SE PONCHÓ (primer día de clases)

Todo iba perfecto. A tiempo. Despertar a las 5 am, bañarse, tomar jugo y fruta, arreglarse, peinado, zapatos, mochila y vámonos que ya son las 6 pasaditas.

Todo iba perfecto. A tiempo. El tráfico tranquilo, los Strokes cantando sólo para mí, lentes oscuros, cabello al aire y ándale que tucs tucs tucs tucs (golpeteo) TUCS TUCS TUCS (golpeteo con volumen).

Disminuir velocidad. Detenerse. Bajarse del carro. Mirar. Lamentarse. Mentar(sela) a la LLANTA.

Ponchada en toda su absolutez.

Todo iba perfecto.

Y bueno, me quedé parada un par de minutos pensando en qué demonios iba a hacer. Mi celular sin saldo, mi trabajo muy muy lejos aún. Ninguna cabina telefónica alrededor. Oooh, my… Miraba al cielo, miraba al piso, miraba a la carretera buscndo una solución y entonces… ahí estaba. En letras grandes, hechas a mano, frente a mí: LLAN-TE-RA.

¿Cuántas posibilidades existen de que una se quede ponchada a las 6:20 de la mañana, en la carretera Hermosillo-Nogales, frente a una llantera?

Y todo salió perfecto. El greñudo de sonidos guturales, enojado porque lo levanté, de la llantera me solucionó el problema en pocos minutos. Llegué a tiempo a mi primer día de clases y aunque estoy preocupada porque ahora tendré que comprar otra llanta (y no tengo dinero hasta el 30 de agosto) esta vez no voy ponerme a pensar si esto de la llanta significa algo o es un augurio, aviso o algo.

p.s. He vuelto a estar línea!!

SEX AND THE CITY (obsesión por)

Lunes y Jueves en la casa de la Concha. Un día unos cuantos, el otro día otros cuantos más. El caso es que satisfacemos nuestra sed por el final de la primera temporada y el inicio de la segunda. Sí: Sex and the city. Descubrimos que estábamos equivocadas, no es que cada una de nosotras seamos cada uno de los personajes de la serie. No señorita no. Cada una de nosotras tiene un poco de cada una de ellas. Unas tenemos esta o aquella otra manía, este o aquel gusto, hemos vivido esta o aquella situación, hemos sufrido este o aquel bochorno (aunque creo que ninguna ha tenido experiencias tan intensas como Samantha) (o quién sabe) (nadie confesó nada).

Y me quedo pensando, qué curioso es eso, ¿verdad? Ves algo en tu pantalla chica o en la pantalla grande y ves clarito clarito tu vida o una parte de tu vida (pantalla chica o pantalla grande). También me quedo pensando en lo patético que es, a veces, que lo mejor de la vida lo veas (en pantalla chica o grande) en ves de experimentarlo por ti misma…

Oh, Dios… debo salir más de mi caparazón… No no, mejor de mi capullo y convertirme en una linda mariposa… ¿se puede ser mariposa a los thirtysomething?

Mientras me salen alas y vuelo ligera con el viento acariciando mis antenitas, espero que prontopronto nos invite la concha de nuevo a ver la serie. Y sí, Tulio, Miranda es la mejor.

(NOT) SEX IN THE CITY (mis tres amigas y yo vemos tele)

Pues ahí tienen que el miércoles me llama la Elsa (alias la conchaurquiza) y me dice ¿a poco no puedes ir a comer con nosotras al Jung? y yo le digo Conchita, ¿a poco crees que no?

Y comimos en el Jung (ahora Verdeolivo), el veintiúnico restaurant de comida vegetariana de la ciudá. Ensaladita, crepas de huitlacoche, agua de jamaica (ni modo de pedir Pecsi) más ensaladita y aderezo de nuez. En la sobremesa se llegó a la conclusión de que veríamos un par de capítulos de Sex in the city, propiedad de la antes mencionada concha, myriam, cristina y yo (al hijo, que también iba, se le prendería un gameboy pa que sentretuviera).

En el cuarto de la Maricarmen (que es grande, cómodo y con muchos espejos) nos acomodamos bajo una buena cantidad de cojines y nos echamos fácil cuatro-cinco episodios. Llegamos a la conclusión de que, en efecto, yo soy miranda, myriam es charlotte, cristina es carrie y elsa (concha) es samantha… bajo el curioso efecto de la delgadalínea ficción-realidad, reímos, suspiramos y nos dimos cuenta de que somos pinches personajes de t.v. (gringa)…

Fue una tarde agradable. Al final nos prometimos hacer algo el sábado: Cristina dijo ¡un antro! (cara de gusto), Myriam dijo ¿un antro? (cara de no), Elsa dijo ¡Fiesta! (cara de más gusto) y yo dije: ay, lo-que-se-a (cara de no meimportaqué pero hagamos algo que mi vida lo requiere).

Ya les diré qué hicimos…

EL VERANO DE SYLVIA (soleado soleado)

Y qué hace Sylvia ahora que no escribe diariamente en su blog, se pregunta usted amable lector… a continuación presentaré una breve reseña de mi verano:

1) Leer: Sylvia ha leído, so far, Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Stevenson, El tiro de gracia de M. Yourcenar, Amantes y enemigos (ejem y ejem) de Rosa Montero (ya les dije que me gusta mucho rosamontero?), Cómo conocer tus chakras (ni modo, soy rara), La nota negra de san francisco hinojosa (el de lentes), está entremedio del El clan de los insomnes de Vivian Abeshushan (que recién le raptó la myriam) y Vapor de la julietitagarcíagonzalez…

2) Comer: he preparado espaguetti (nunca sé como escribirlo bien) de mil maneras, he preparado hielitos de mango y cremas de coliflor y brócoli (no untar en la cara), arroz gohan (especial aunque sin polvito de pescado) y he comido en el mcdonalds, en el carls, en el asia, en el ikko, en la fábula y hasta en el verdeolivo…

3) Ver películas: ¿ya les dije que ya tengo dvd?

4) Escribir: una novela que al parecer sólo a su autora disgusta (en otro blog les hablo de esto)

5) Pensar: que mi vida da vueltas y luego vuelve al mismo sitio, que mi hijo es grande y maravilloso, que necesito un nuevo colchón y lavar las ventanas, que mi corazón está distraído y mi cerebro sitiado (necesitaré una lobotomía?), que debo ponerle más límites a mis vecinos (material también para otro post) y aprender a cambiar el aceite de mi carro…

6) Extrañar mi blog.

LUCÍA Y EL EXO (un post para la bella lucía)

Y cuando nos despertamos Lucía estaba ahí. Leyendo el blog de una fulanita que no conoce con una vida relacionada con fulanitos que tampoco y sin embargo, leyendo. Y Lucía escribe. Y Lucía se pregunta si debe hacer, pensar, decir, sentir algo cuando un ex truena con la razón de su separación (¿así es la cosa, Lucía?).

Y yo me pregunto si puedo decir algo al respecto. Y no dejo de pensar en ese capítulo de Sex in the city (ni modo, lo he visto) en que Carrie (la escritora) es invitada a dar una charla sobre cómo pescar marido en N.Y. cuando,  en realidad, ella misma no tiene bendita idea de cómo…

¿Qué hacer, Lucía, cuando esebato está un poco más cerca que antes?

No-lo-sé. Sólo sé que se supone que el jarrito que una vez se quebró por más kolaloka que le pongas jamás su tronco endereza.  Sólo sé que el futuro de una no debería estar en manos de alguien más (yo a veces pienso que ni en mis propias manos). Sólo sé que hay que ser fuertes, crearse espacios, mundos, dinámicas que te enriquezcan… porque como dice Antonio Muñoz Molina, la soledad es también la celebración de la individualidad (a ver si luego me lo recuerdan también a mí porque cuando tengo ataques de tristísima se me olvida lo de la celebración de la individualidad).

Así que no aflojes Lucía, que de seguro lo peor ya lo viviste… lo que venga noooombre es un muy rainy day pero sólo eso…

 

p.s. (comentaristas de mi blog, ¿cómo me vi en mi primer y último post de consejería??)

 

AIN’T HAVING ANY

Nada.

Nada de nada.

I ain’t having any…

na     da.

Checo mi correo y nada… lo preocupante es que ni siquiera tengo correos de bulk mail…

 

mi vida es triste… triste triste…

UNAS CUANTAS DUDAS (rexistenciales)

1) ¿Por qué a la tecnología más acá se le llama “tecnología de punta”?

2) ¿Por qué a la música vernácula se le llama música vernácula?

3) ¿Quién inventó la arroba, quién la bautizó arroba y quién decidió su uso?

Creo que estas vacaciones han sido, so far, demasiado ociosas para mí…

YA EN SERIO (confiesen)

En el único Sanborn’s de esta ciudad hace unos días había un ejemplar único de una novelita de Adriana Díaz Enciso. A los días volví por ella (y por otra de julieta garcía gonzález) y nada.

De sa pa re ci da.

¿Cómo va a ser?, me dije.

¡Cómo va a ser!, me repetí.

Lo más misterioso desta misteriosa escritora es que los tipejos del Sangron’s me juraron y perjuraron que no estaba y que tampoco había estado JAMÁS dicha novela…

Le pregunté a mis allegados (y que saben quién es la susodicha autora): ¿tú compraste la novela de…? silencio.

Ya, confiesen: ¿quién la compró y me la va a prestar de perdis?