LOS VUELVO LOCOS

Me ha entrado un furor por limpiar y reacomodar la casa. Entre ayer y hoy a los tres hombres que viven aquí los volví locos moviendo, cargando, acomodando. Hoy me siento cansada, pero aún tengo ganas de seguir reordenándolo todo. Hace unos segundos me paré en seco y me pregunté a mí misma qué era esto, por qué este enorme loco deseo de limpiar y limpiar y limpiar.

Me queda claro: estoy ansiosa, estoy preocupada. La mujer que más amo, la mujer que más admiro, la mujer que más me ha ayudado, la mujer que me enseñó a leer, escribir y hacer chilaquiles tiene tres días en el hospital y yo estoy lejos, lejos.

Los vuelvo locos porque me vuelvo loca, chale.

PAUSA PRIMAVERAL

Henos en el primer fin de semana de Spring Break. Hoy, por ejemplo, comimos tamales, tuve una siesta de tres horas, vi dos capítulos seguidos de Downton Abbey y leí dos capítulos de Why be happy when you can be normal de Jeanette Winterson. También me comí un chocolate, tomé té negro, trapee la cocina y… y… creo que eso fue todo lo que hice. Mañana nos vamos a explorar en un cerro que se sube y baja en tres horas, yo espero soportarlo!

Ya entregué la tesis así que ahora es turno del comité de trabajar como locos en mi traducción, a mí lo que me resta es terminar de pulir el prefacio y tomar ánimo esta semana para entrarle duro al último jalón del semestre.

Esta pausa primaveral me viene de maravilla.

AFTER LEVINE

El lunes pasado Philip Levine estuvo en El Paso. Mi departamento organizó un cena-show para él. Nos pidieron a cuatro alumnos que eligiéramos un poema de él y que buscáramos uno nuestro que, de alguna manera, pudiera sostener un diálogo con éste. Yo, no tenía nada. ¿Lo que hice? Buscar un poema de él y dejarlo que me hablara, que me dijera, que me dirigiera hacia el propio.

Elegí A Woman Waking, que pueden leer aquí, y escribí esta pequeña prosa que, claro, me lleva de la mano a un camino conocido. Cuando terminé de leer, le di las gracias a Levine y él dulce, encantador me dijo: No, gracias a ti. ¿Hay algo mejor que eso?

LA MUJER QUE OLVIDÓ CÓMO DESPERTAR

 Se casó cuando apenas tenía 14 años, quiten esa cara, así era en esos tiempos. Hablo de cuando en México había una revolución, hablo de cuando había que cuidarse de no morir por una bala perdida. Sí, así, como ahora.

Cuando se habla de ella la llaman Nenita porque así le decía su papá, porque así la llamaba su esposo, porque en eso, en eso se convirtió. Una Nenita.

A los 27 años la Nenita comenzó a enfermarse. Se le fue borrando el mundo y sus palabras. Las cosas estaban ahí pero ella no sabía nombrarlas. Luego vino el sueño en vida. Sus ojos, su sonrisa, su mente toda en un universo que nadie comprendía. Todo desapareciendo frente a sus ojos. Dice la tía que a veces, de pronto, sonreía. Yo digo que le pasaba cuando recordaba algo. Su primer muñeca, el parque junto a su casa, el sabor de un chocolate, su boda, sus dos bebés. Con los años la Nenita fue olvidándolo todo, se olvidó de cómo comer, de cómo hablar.

 

Un día, simplemente, no se acordó de despertar. 

 

vi,oí

a Seamus Heaney a Derek Walcott, a Don DeLillo, a Sharon Olds, a Jeanette Winterspoon, así en vivo en directo.

siento así como lo que siente mi papá cuando el Atlante gana.

boston

hace un frío de la chingada-me tomó más de una hora y varios errores agarrarle la onda a la línea verde del tren-caminé a lado contrario como cuarenta minutos-el registro en el evento me costó $200 dólares-hace un frío de la chingada.

 

sin embargo.

hete aquí una sylvia que leerá en dos lugares: en el más grande evento de escritores de estados unidos y, mejor aún, en el mejor bar de tapas de esta ciudad.

 

fin.

mi hijo, mi único hijo

juanDentro de nueve días mi hijo, mi único hijo, mi más grande tesoro cumple catorce años. Dentro de nueve días mi hijo, mi único hijo, llega a otra etapa de su vida, lo cual significa que yo también llego a otra etapa de mi vida. Traducción: seguiremos discutiendo y contentándonos, discutiendo y contentándonos, alegando por la ropa que no pone en el cesto y encontrándonos en la cocina para bromear sobre los kellogs con chocomilk. Mi hijo, mi único hijo, tiene el cabello largo, los ojos más bellos detrás y sin esos lentes, tiene los dientes un poco movidos (hey, apenas comenzamos el tratamiento inquisitorial, no sean impacientes), el sarcasmo de un hombre de cuarenta y el alma dulce de un recién nacido. Mi hijo, mi único hijo, está más alto que yo, cosa que ahora que lo pienso no tiene mucho reto, me repite las líneas que le gustaron de The day no pigs would die y me trae calificaciones arriba de 85. Mi hijo, mi único hijo, dice que ahora que entre a la preparatoria hará casting para ser el Tigre que es la mascota del equipo de futbol. Mi hijo, mi único hijo, es la más fina arquitectura que jamás he hecho.

Y, dentro de nueve días, cumple años.

the poetry of the future

the poetry of the future has got to have a lot of nerve. it’s got to come from at least three brains: the brain in the head, the gutbrain, and the brain in the ovaries. it will wax red and rise bone-white. the poetry of the future will be nutritious and opulent. justifications for its existence will no longer be interesting: lenin loved beethoven. the poetry of the future will glitter like a scimtar. the poetry of the future will be unabashedly adolescent. it will get younger as it gets older. it will reflect the interests of both carnivores and herbivores. it will be as heterogeneous as it is misguided. the poetry of the future will watch blue branches shaking in winter and red canyons gaping with sun. it will send a space shuttle full of representative poems to a gaseous planet where upon exiting the shuttle the poems will turn into gorgeous multicolored rocks than can live without water. the poetry of the future will wear squeaky shoes in the vatican. it will say where we work and who we love and what we eat. sometimes it will be hungover and desperate. it might bite its nails. tired of being on the lam, it might have to choose between giving itself up to the authorities or going out in a blaze of glory. the poetry of the future will be so enormous that it will only be visible from an aerial perspective. many will believe it to be a message from aliens. the poetry of the future will be so expensive and in demand that it will disrupt the global economy as we know it…

Maggie Nelson

16 de abril de 2013, 10 am

Échense un café, un tequila, un vino, un whiskey, una mimosa y récense la milagrosa porque ese día a esa hora estaré defendiendo mi tesis: Traducción, el cuerpo y la sombra. Jane: A Murder de Maggie Nelson. Mi directora de tesis es la grandiosa Rosa Alcalá y los dos integrantes de mi comité son el multipremiado narrador y poeta Ben Sáenz y la eminencia académica Kirsten Nigro.

¿Estoy nerviosa? Sí

¿Estoy feliz? ¡TANTO!

yo, señor, soy todo ecos

Despropósito General

  Ese extraño hábito,
escribir óperas-primas,
  no me vino rápido.
Me costó rimas.
  Unas, pagué caro,
liras, vidas, precios máximos.
  Otras, no hablo.
Me acuerdo de una
  que deshice a puñetazos.
Dos, en suma.
  Golpeé, pero un poco.
Ese extraño abuso,
  adquirí, hace siglos.
A los otros, las músicas.
  Yo, señor, soy todo ecos.

Paulo Leminski

Trad. Carlos Riccardo

extraño extraño

¿qué extraño?

extraño a mis amigas, a mis mafaldas, extraño esos viernes en que lloviera, tronara o relampagueara estábamos ahí en una casa, en una mesa, hablandohablandohablando. extraño a natalia, extraño esa complicidad de años, extraño caminar cuadra y media y llegar a su casa. extraño a la eli y chatear con ella cada mañana. extraño a lucía con su forma de sacudirme, de enseñarme, de sonreírme. extraño a mi onu, mi francesa, mi alemana, mi mexicana, extraño comer con rozenn, jana y galicia y hacer catarsis de todo y de nada. extraño a lourdes y a aracely, la sabiduría de ambas. extraño a mi amá, extraño aventarle honestidades brutales y que ella ponga cara deaquínopasanada. extraño a gaby, jenny, buba, pero qué se le va a hacer. extraño a itzel, extraño a yas, una porque está lejos y otra porque pues también. extraño a nicky que se fue a conquistar otro continente. extraño a cheryl y los tecitos de los viernes. extraño a rosario, mi doctora, por su hablarme en usted y enseñarme a no temer.

extraño ese universo femenino en el que una sana, sana, colita de rana.

extraño, extraño.

eso sí: me doblo pero no me rompo, como decía un amigo a quien también extraño, me doblo pero no me rompo. y supongo que más vale extrañar algo o mucho que no sentir nada nada en el pecho.

(p.s. noten que no extraño a mi hermana, ya no, ella está siempre a un teléfono de distancia).