being afraid

MGP: When you think back to your childhood, what’s the first thing you remember?

SM: Being afraid. That’s what I was when I was a child–afraid. And I have a feeling that I felt very lonely before my sister was born. I don’t really have any memories from that time. I have an image of myself walking alone in an enormous garden and picking up scarab beetles–the ones we call vigilantes in Argentina–which I found fascinating. That image of great solitude and fear is carved into my memory.

 

Sylvia Molloy. Interviewed by Magdalena García Pinto.

BITTERSWEET SYMPHONY

Han sido días belloscansadostristesraros. Nos cambiamos de casa: bello. Nos cambiamos de casa: cansado. Cumplí años: belloraro. Murió el Rafa: tristerarotriste. Al hijo le van a publicar un cuento en inglés: belloraro. Mi madre comienza radioterapia pasadomañana: tristeraroraroraro.

No he leído. No he escrito. Si acaso me la he pasado inyectándome grandes dosis de té y de Ana Tijoux para aclimatarme.

Esto, señoras y señores, ha sido una sinfonía dulceamarga… una que, sin embargo, me gusta vivir porque si no ¿cómo aprecia uno las pequeñasgrandescosas de la vida? Las casas, los amigos y sus ausencias, la familia, la escritura. todotodotodo.

ADIÓS, RAFA

Cronista, narrador, profesor, DJ y, más importante, tijuanense. Se fue ayer, se fue a algún lugar donde de seguro organiza ya la próxima fiesta. Estamos tristes, estamos de luto.

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cajas y más cajas

una vez más: mudanza.

nos vamos de aquí para irnos allá. es un cambio un paso un proceso un escalón un loquesea pero más que nada es una chinga. ¿pongan su vida en cajas, a ver? increíble el montón de cosas de las que una se hace después de tres años en una ciudad. aquí llegué con dos maletas y dos cajas. ahora debo/debemos mover: cuatro libreros un escritorio un futon una base de cama tres colchones un sillón un mesabanco dos burós otro escritorio una litera ropa y muchos muchos muchos libros.

nuestra vida está en cajas.

bueno, no toda, porque la verdad entre el jiji jaja no hemos hecho nada. así que están ahí: cajas y más cajas mirándonos con la ceja levantada.

Y CON USTEDES: NENITAS

Mis Nenitas y yo estaremos en presentándonos en La Feria del Libro en Hermosillo. Anoten bien: domingo 27 de octubre, 6 de la tarde. Galerías Mall.

 

 

quiero un libro

quiero un libro que vi en amazon. un libro fabuloso. una novela de una novela. lo tengo en mi lista de deseos. lo visito de cuando en cuando para asegurarme de que sigue ahí pero no lo compro. en serio, no lo compro. hice un montón de bellas compritas -auspiciadas por el sueldo de Texas Tech- que no he podido leer con detenimiento. así que me he prometido me he jurado me he condicionado a que no me compro nada hasta que no termine lo que tengo pendiente.

fin del comunicado.

escribo

escribo un poema.

escribo un largo poema.

escribo un largo poema sobre el cáncer.

escribo un largo poema sobre el cáncer de mi mamá.

escribo un largo poema sobre el cáncer de mi mamá. no nos cura, a ella, a mí, a mi familia.

escribo un largo poema sobre el cáncer de mi mamá. no nos cura, a ella, a mí, a mi familia y, sin embargo, alivia, alivia un poco.

 

esa es la magia de las palabras.

¿quién te ama? ¡Jesucristo!

La primer semana de clases estuvo pesadita así que me ahorro los detalles. Mejor les hablo del fin de semana en que Barbudo y yo metimos cosas al auto, dejamos a los hijos con sendas niñeras y nos lanzamos a Balmorhea un pueblo texano como de 1000 habitantes (de los cuales sólo vimos como a 12) donde la atracción principal es una alberca alimentada por agua de río.

Sorpresa: todo mundo planeo lo mismo (excepto que ellos sí llevaron a sus hijos). Así que no pudimos acampar en ese parque y tuvimos que ir más allá, hacia un lago. Elegimos lugar entre dos familias pues no había más, pusimos la tienda (bueno, la puso él, para qué invento) y nos regresamos a la dichosa alberca donde:

  • el agua es muy fría
  • tiene peces minúsculos que no saben qué hacer con tus piernas.

Después de un par de horas de agua fría, de tirarnos de panza a leer y de sandwiches de atún, nos regresamos a nuestro campamento donde prontamente hicimos charla con los vecinos y con quienes compartimos una linda fogata. De pronto, en el lago vemos a un grupo de personas, una, dos, tres de ellas vestidas de blanco. Oraciones, aplausos. Eso era un bautizo. No puedo mentir, fue una sensación bella ver cómo cada uno de los bautizados entregaba su cuerpo al ministro que los sumergía en el agua.

Más tarde resultó que los campistas de la izquierda y los de la derecha eran cristianos. Hermano, hermana, se decían unos a otros. Sonreímos, qué bonita es la fraternidad, dijimos.

Cenamos, charlamos y luego nos metimos en nuestra tienda a echarnos otra vez de panza a oír los grillos.

Pero.

Pobres grillos, se vieron enmudecidos por cantos y cantos y cantos que a medianoche nos rodeaban. Los de la izquierda gritaban: ¿quién te amaaaa? los de la derecha contestaban: Jesucriiiiistooooo. Tantas veces, muchas veces, infinitas veces. La gloria del señor es divina y tal y tal y tal. De cuando en cuando entraban en competencia los de otro campamento que gritaban: “fuck you all” o bien “party girls ruuuuule”.

Nosotros que veníamos buscando a la naturaleza, al silencio, a la belleza de un cielo estrellado fuera de la ciudad nos encontramos a Jesucristo, a sus seguidores y a chicas fiesteras que, como el Salvador, a veces dominan el mundo.

 

EL DE CATORCE

¿Se acuerdan que cuando comencé a hablar de él tenía cuatro años? Así lo llamaba, el de cuatro. Luego fue el  cuatroymedio, luego el de cinco, el cincoymedio. El de seis.

Y de pronto damos un brinco en el tiempo, un brinco de diez años y es el de Catorce. Mi hijo tiene catorce años y ya está en preparatoria, mi hijo me habla de su clase de escritura creativa, de lo difícil que será la de biología, de lo mucho que le interesa la de medios digitales y de la pésima comida en la escuela.

Mi hijo, mi el de catorce, me habla también de los videos que sube a youtube, de lo mucho que le gusta editar, mezclar música, sonidos. Mi hijo, el de catorce que escribe viñetas hermosísimas. Mi hijo el de catorce, un chico alto de actitud sazona. Mi hijo, mi primer gran razón.

Ese, el de catorce. Hoy no es su cumpleaños. Hoy no se festeja nada, hoy simplemente es un jueves en que he querido hablar de él.