Hoy, Gerardo, es 2 de Noviembre Día de los Muertos. Hoy, Gerardo, es tu día. Hoy, Gerardo, tengo unas ganas terribles de llorar. Hoy, Gerardo, hermano, mi Príncipe Húngaro, te pienso más que nunca. He encendido una veladora, he escuchado a Lou Reed (a quien por cierto tú te llevaste, no te hagas), he pensado en tus cenizas. Esas que nadie le quiso dar a mi papá, esas que se quedaron en aquellas manos.
Estoy segura de que hubieras querido volver a casa, estoy segura de que hubieras querido que mi mamá, mi papá, Alejandro, Marcela, Gerónimo, Juan Antonio y yo nos hubiéramos ido a Bahía de Kino y hubiéramos dejado tus cenizas ahí, en ese mar que tanto amabas. Estoy segura, sí.
Hoy, tú lo sabes, es una fiesta grande en México. En todo el país se recuerda a quien ya ha partido, se hacen altares con la comida y las cosas favoritas de nuestros muertos. Yo nunca he hecho uno, supongo que es momento de comenzar. Al tuyo le pondría un vodka, supongo, unos tacos de cabeza, unos hot-dogs, unas coyotas, un auto de carreras, un casco y tu foto. Esa en la que sonríes travieso con tu cabeza pelona y un suéter siempre demasiado grande.
Hoy, Gerardo, hermano, mi Príncipe. Es Día de los Muertos y odio odio odio que seas parte de ello.