llega el invierno y es cuando Una saca los estambres del clóset (lo que no significa que Una sea tejedora de clóset, claro). sigo con mi proyecto de cobija tejida en cuatro inviernos, este es el segundo y creo que voy un poquín atrasada. pero acabados los finales, los promedios y demás tecnicismos: a tejer se ha dicho. mi cobija está hecha de todas las sobras del universo. estambres de montones de colores y texturas se unen para hacer un solo cuerpo del texto (o algo así). esta es mi versión del quilt poetics. las historias que yo podría contar de cada estambre.
exhibit A: ese verde lo utilicé para una bufanda que regalé a una amiga de la infancia. exhibit B: ese rosa lo usé para bufandas que perdí en un bar hace doscientos años. exhibit C: ese gris lo he usado unas mil veces para cosas que nunca acabo.
and so on.
tejer es como caminar, una de las pocas cosas que me permiten no pensar en nada. algo indudablemente dulce para Una que por lo regular piensa en todo.