Autor: sylvia

Todos invitados. Las presentadoras son Ma. Antonieta Mendívil y Elsa Cornejo 

No tengo idea cómo le hacían las mamás de Platón, de Sartre o de cualquier otro filósofo. No digo que mi hijo muestre ya semillas de deep philosophy, él simplemente es como cualquier otro niño que suelta unas verdades que manifiesta como si hablara de mermelada o de paletas payaso.

En el carro, rumbo a casa de los abuelos, hablamos de uno de sus amigos:

Hecho del de casiseis: “No es ni tan mi amigo porque a veces me dice cosas feas”
Argumento de la de treintayuno: “Los amigos a veces son así, cada quién tiene diferentes formas de querer, por ejemplo yo te grito desde la cocina: hijo, te quiero mucho (sí, lo hago con cierta frecuencia) y tú te me trepas sin piedad en la panza mientras duermo para decirme lo mismo… cada quién tiene diferentes formas de querer…”
Argumento del de casiseis: “No, mamá, la verdadera forma de querer es con amor, la otra es mentira”.
Respuesta de la de treintayuno: “…”

(¿por qué en mi blog no existe la posibilidad de poner esa carita de sorprendida, la de ojos bien abiertos, que aparece en todo messenger para que ustedes puedan ver cómo me sentí en ese momento??)

Insistencia: ¿cómo le haría la mamá de platón?

Ahora lo entiendo. Me queda muy claro.
Lo mejor (y lo peor de uno) lo viene a decir uno en la mesa de un café. Aunque uno no tome café. Lo más cierto (y lo más raro) se dice mientras el brazo del mesero cubre el rostro de tu interlocutor (que no deja de tomar café). Lo más profundo (y lo más divertido) lo compartes mientras echas dos cucharadas de azúcar a tu taza de té (porque tú tomas té).

En un café, ¿cuántas otras cosas no ocurrirán sin que te des cuenta?
Seguro en alguna mesa una pareja discute, otra más se promete el mundo, alguien en la soledad de su mesa, no hace sino pensar en quien no está; quizá, las meseras sólo desean sus pantunflas y el sillón de su casa, alguien más sugiere que el café está demasiado cargado o demasiado ligero. Seguro alguien piensa, ¿cómo es que llegué hasta este punto de mi vida?

O quizás nada de esto ocurra y yo sólo, para variar, me lo esté inventando y nada, en realidad nada, ocurra en un café.

La presentación “formal” de mi libro será este viernes 4 de marzo a las 6 de la tarde en el lobby del Instituto Sonorense de Cultura. Me encantará verlos por ‘ai.

Comienza la cuenta regresiva. Faltan oficialmente quince días para el cumpleaños del de casiseis, sí, el oncedemarzo ya no será el de casiseis será: el de seis. Mi casiseis marca un día menos en su calendario desde enero (prácticamente un día después del día de reyes, ansiando una nueva fecha para recibir regalos).

¿Qué le voy a hacer? se preguntarán. Los entiendo, yo me pregunto lo mismo.

¿Qué quiere él? El de casiseis que de humilde no tiene nada (nada nada) quiere una fiesta grande con brinca brinca, castillo inflable, ponys, una piñata (pero bien grande), pastel, pizzas, muchas muchas papitas y montones de dulces. Quiere que vayan toooodos sus compañeros, vecinos, su primo, tíos, tías… “y si quieres a tus alumnos”.

Hagamos un trato. Vale: entiendo el pastel, la piñata, las papitas y los dulces (aunque en cantidades más moderadas) pero brinca brinca, castillo y ponys: imposible. No se puede todo, no puedo con todo. “Reconsidera, niño”. La boca chueca, la cara de puchero (y eso que todavía no le digo que le voy a festejar el 18 que es quincena y fin de semana y no el 11) “Nel, no llores, a ver… pensemos juntos…”

¿Qué te parece si…? Le di al hijo como varias opciones (lo siento entre ellas figura un viaje “al otro lado” a comprarle ropa, unos cuantos juguetes y un disco pa su game cube), el hijo tuerce y retuerce la boca, frunce y desfrunce el ceño.

Lo va a pensar. Eso me dijo… y ande usté que ya pasaron cuatro días y aún no me ha dicho nada. ¿Qué se estará maquinando en su cabecita de casiseis?

Amable lector, si usted tiene ideas para una fiesta infantil linda y barata, no dude en comentarlas conmigo.

La bella sombra del casiseis bajo la mirada de Castro Leñero. 

Llamó primero, que si estaba en casa, que si podía ir, que tenía algo para mí. Respuesta de sylvia: sí estoy aquí, si puedes venir, ¿qué tienes para mí?

Toc, toc.

Que cómo estaba, que qué estaba haciendo, que si estaba muy ocupada. Re: bien, lavando trastes, no… ¿es para mí? ¡qué rico, me ceno una hoy mismo! (Es un hecho: me gusta cuando los regalitos se comen).

Se nos fue la tarde en platicar de todo y de nada. No sé cómo (y ya es la segunda vez que me ocurre con este compa) comenzamos a hablar de las relaciones de pareja (anoten queridos psicólogos) y luegocuado le pregunté si su ex era también artista él indignado me dijo que no, que él con una artista nomás no, que yo sabía de eso…que las mujeres artistas son así y asá, piensan así o asá, son más sensibles con esto o con aquello, es un problema convencerlas de esto o de aquello… que yo sabía de eso.

¿Yo sé de eso?, pregunto. Que sí, que claro que sé de eso porque yo soy una artista. Y luego continúa con su larga lista de lamentos sobre las mujeres artistas.

Yo, pude haberme sentido ofendida, pude haber defendido al gremio, pude haberle explicado todo aquello que una que conozco dice al respecto y que incluye cuestiones de complejos y etc… pude. Pero no lo hice. Número uno: porque no le vi ningún caso, porque hubiera sido una necedad de mi parte discutir algo que en realidad no importa si comparto, defiendo o qué. Y Número dos: porque logré con una habilidad casi mágica centrarme en algo, en lo más superficial de todo: claro que sabes de eso sylvia, eres una artista (me vi a mi misma en un abrigo divino, en una calle de nueva york fotografiada por annie leivowitz (o como sescriba) o avedon.

Ji ji…

Es una estupidez, lo sé. Pero por tres segundos yo me sentí di-vi-na (como en la canción de rocío dúrcal). Ya sé, eso me convierte en hartista, no en artista. But who cares. Mi amigo tiene sus issues y no me interesa modificarlos, qué flojeeeeera…si las mujeres artistas son así o asá, whocares! si las mujeres son así o asá, whocares! Nel, yo no voy a ser la reivindicadora ni redentora de nadie ni de nada. No, yo solamente me concentré (al final de la visita) en comerme el rico regalito de mi amigoelquenoquierenadaconartistas.

1.-Invite a su mejor amiga/vecina/colega. Pídale que lleve a su hijo quien se porta como un ángel.
2.-Invite a su mejor hijo que logra siempre que el que se porta como ángel pierda alas y aureola.
3.-Tome dos carritos, uno con mandado otro con niños divertidos.
4.-Pregunte qué verduras exactamente requiere un chop-suey, ríase de que pocos saben y de que a la mayoría le da flojera la jícama.
5.-Pase varias veces por el pan.
6.-Pase varias, muchas varias veces por donde regalan hamburguesitas, jamón, queso y leche (con y sin chocolate).
7.-Pida opinión sobre los mejores cereales.
8.-Escuche que en el altavoz, la chica de las ofertas, es siempre la más gangosa de todo el súper.
9.-Invente excusas para no ir al departamento de juguetes (a la tercera, seguro usted ya perdió toda la creatividad y credibilidad).
10.-Lleve a los dos infantes al baño de manera tranquila (no lo logrará, claro).

Al final de la jornada entenderá que el significado de “ameno” es algo mucho más rockero de lo que usted imagina.

p.s.Lo anterior se aplica para un Walmart, pero supongo que es lo mismo en cualquier lado.
p.s.2. Los niños deberán ser menores de 6 años.

Sigo con el catarro latoso y con tos de perro. Un poco mocosa también. Es que no he tenido chance de ir al médico. Pero ya voy a ir, no se preocupen y de seguro a la mitad de mi cita me dirá: ¿y qué nuevo disco has comprado, qué película has visto.. qué…? porque así es él.

Me dará luego mi receta, mi beso y mi abrazo. Y me iré a casa contenta.

Anoche fue ladies night. Una noche breve e intensa que incluyó: varias llamadas telefónicas, tocar puertas, maquillarse todas un poco en el cuarto de una de nosotras, música en el carro (sigo con veloso), nieves en el baskin robbins, visita al programa de altanoche, presentar dos canciones ahí, ir al oxxo por los complementos necesarios para el tequila y el vodka, cena en casa de elsa, muchas risas y muchas palabras sabias de la maricarmen, más risas y más anécdotas. Dip de chipotle y atún con tostitos.

Mis maravillosas amigas. Todas ellas son como ese regalo que me hizo la elsa: ellas son mi magnetic poetry kit. No puedo esperar a hacer reunión en casa para poner palabras y palabras sobre mi refri.