Autor: sylvia

1. ¿Tú eres la escritora? R:Sip
2. ¿Es cierto que estabas casada con Alejandro Aguilar Zéleny? R:No cabeza, él es mi hermano.
3. ¿Trabajas en el CIAD? R:No, pero trabajo cerquita de ahí, ¿te sirve?
4. ¿Vienes aquí con frecuencia? R:Mmmhh
5. ¿Prefieres clara u oscura? R:Clara
6. ¿De qué vas a escribir en el próximo Altanoche? R:¿de música?

“…para dejar de creer en la realidad. Para hacerse preguntas imposibles. Para no saber. Para dejar de saber. Para embriagarse de olor. Para cerrar los ojos. Para dejar de creer en la realidad.”

Tomado de La cresta de Ilión de Cristina Rivera Garza

Les platicara de la enfiestada que tuvimos mis amigas y yo anoche… de las risas, de los bailes, de los discos del abril y los reclamos (absurdos) de dos o tres tipos (buenas gentes cuando no andan de absurdos) no acabaría este post nunca… Así que quien quiera detalles ai me habla questaré en casita viendo Fight Club.

Estamos sentados frente a la reja de la escuela, esperando a que abran. Un niño llega con su papá y lo saluda efusivamente. El de seis dice el hola más indiferente del mundo. Me extraña. Le pregunto -aquí entre nós- si no le cae bien, por qué lo saluda así. Su argumento es: “ay, mamá, es que él toma agua ¡¡de la manguera!!” Trato de no reírme ni de cometer ningún improperio y le digo: “AAAhh, bueeeeeno” con el tono más comprensivo y de afinidad que encuentro en mi bolsa.

Abren la reja, lo beso y se va.

Me voy al carro diciéndome que no quiero ni pensar qué ocurrirá cuando las niñas lo saluden efusivamente.

Que alguien te deje su cafetera, su molino y una bolsita del mejor café en grano.
Que alguien te deje sus llaves para que uses su casa, su lavadora, su asador.
Que alguien te diga dónde guarda el dinero por si tienes algún apuro monetario.
Que alguien te llame tres veces antes de irse para decir lo mismo.
Que alguien te deje discos, películas y libros para que la pases bien durante las próximas semanas.
Porque tú te mereces disfrutar tu tiempo libre, te ha dicho sonriendo.

Me llamo Sylvia Aguilar Zéleny, tengo 31 años. Soy soltera.Tengo un hijo de seis años que dice que cuando sea grande trabajará en un laboratorio o en el ejército nacional. He tenido novios que me han (y he) querido y otros que me han (y a los que he) sacado canas verdes. Soy profesora y escritora. Soy necia y obsesiva como una y como otra. Me gusta lavar los trastes y tallar el piso de mi regadera. Odio trapear. No creo en los carros automáticos. Ayer escuché a los Chemical Brothers en la mañana y a Do Make Say Think, por la tarde. Puedo escuchar a Radiohead a cualquier hora.

No fumo. Bebo poco en realidad, con tres cervezas soy la mar de risas. Pero si son Indio, no respondo. Desde hace un año no como carne y desde hace dos meses tampoco pollo. No soy especialmente bonita, tampoco especialmente fea. Prefiero los zapatos bajos y las faldas bajo la rodilla, los perfumes florales y los anillos de plata. Amo mis tenis rojos.

Odio que me hablen de usted.

Me gustan los besos largos y los abrazos muy apretados. No me gustan las palmaditas en la espalda ni los pellizcos. Me gusta cuando un hombre acaricia apenitas mi muslo mientras manejo. Mi mejor amigo tiene el cabello rojo y mi mejor amiga a veces lo tiene rosa. Comencé a leer a Banana Yoshimoto porque se llamaba Banana Yoshimoto. No sé nada de amor, pero no importa porque nunca nadie sabe nada del amor. Soy virgo en el zociacal, buey en el horóscopo chino y un poco wey en todo lo demás.

Comencé a escribir mi blog hace dos años y nunca he podido explicar bien por qué, sólo que no puedo dejar de hacerlo.

(texto para lorenamancillas que seguro ni se acuerda de mí y no sabe que la leo con gusto)

Gimme fiction, take away part of this reality that (i’m sorry) sometimes really sucks. Gimme fiction, gimme worlds that i haven’t seen, words that i haven’t taste.

Gimme fiction without the weight of a world, without the thorns of the day.

Gimme fiction, gimme characters, gimme plots where i decide who dies and who lives, who comes (!) and who goes, where i decide who is who and when is when.

Gimme fiction just to get by.

Y compré libros, entre ellos una antología bien gordota que se llama: You’ve got to read this, cuentos de escritores fabulosos con comentarios de otros escritores fabulosos. Un par de novelas a las que les traía ganas, un libro de cuentos de la woolf, la autobiografía del Philp Roth y otras cosillas. Sí, Dahl está incluído entre las otras cosillas.

Comí una deliciosa thai food. Luego fuimos a la pesquisa de discos añ Zian, luego al Target donde compré los encargos del de seis y una bolsa de palomitas que me costó trabajo compartir con el compañero de viaje.

Ni modo, me perdí a la Hadad pero mis ánimos (reducidos a polvo el viernes) se tripilicaron gracias al viaje, a la música de spoon y a las lindas atenciones recibidas todo el tiempo. Gracias por viajar con nosotros, jiji.

Ya la vi.
Ya la conocí.
Ya platiqué con ella.
No le robé ningún artículo personal.
No me le fui encima a besos-abrazos.

No.

Me porté bien decente.
(¿eso automáticamente me desacredita como groupie?)

Y hoy hay plan siniestro, orquestado por el oscarinibenassini, la ale dessens (yei, ya la conocí) (cómo alguien tan peque hace cuadros tan grandotes?) y yo mera, la sylvíssima.

Quien se quiera apuntar, cáigale a las 7:30 en el Callejón Velasco.

Tengo noticias del evento, de la rueda de prensa, del hotel y la habitación… Si me ven mañana en el periódico, arrastrada por la policía por acosar a mi escritora favorita… recuerden que siempre los amé.

(risas)