VI.
No es que no me acuerde
de tu blusa rosa y el parque,
tu cintura hecha para mi mano.
De tu brillo sabor mango
y las estrellas de la tarde.
No es que no me acuerde
de la cicatriz y tu espalda,
del aroma a vainilla y la luna,
de las placas de tu carro
…y la cocina de tu hermana.
No es que no me acuerde…
es que trato de olvidarlo.