LOS EXNOVIOS (4 reglitas para una convivencia saludable)

A todos nos ha pasado. Estamos en la calle, en un café, en el cine, en el Sanborn’s y llega, sí un ex (o una ex). La situación no garantiza comodidad (por alguna razón es ex) y por el contrario el descontrol en cuanto al manejo de la situación puede causar conflictos mayores y convertir a su ex en su ex ex.

Pensando en ello ofrecemos en nuestro blog una guía para lograr una convivencia básica y saludable que no termine con órdenes judiciales que impiden acercarse a éste.

Regla No. 1. El saludo. Lo mejor es manejarlo informal y gustoso. Hola, qué gusto, cómo estás? Estrechar manos y beso no en la mejilla sino en el aire. Evitar por todos los cielos la efusividad. Si se observa en el ex una cara de chale, mi ex manejarlo todo de manera breve (brevísima) y fría (sumamente). Evite evitarlos, eso de hacerse el wey pocas veces funciona.

Regla No. 2. La conversación. Si por alguna razón se está destinado a convivir con el susodicho lo mejor es mantenerse a temas básicos: ¿Qué tal el clima? ¿Cómo ves la carrera electoral de México (o la de Estados Unidos)? ¿Qué tal la última película de Mel Gibson (o Meg Ryan o Tom Hanks o …)? Evitar, repito, EVITAR temas como ¿te acuerdas cuándo…? ¡qué maravilloso aquel día que…! no tiene caso meterse en asuntos de nostalgia o situaciones más que incómodas. Claro esto es a menos, repito A MENOS, que intente apoyarse en la nostalgia para llevarse al ex a vivir un encuentro cercano de tercer tipo. En tal caso… haga caso omiso.

Regla 3. La correspondencia. Cuando se tienen correspondencia con el ex (menor o mayor aunque lo mejor es que ni uno ni otro) el tono debe ser amistoso y con la distancia cuya medida sea directamente proporcional a las características del rompimiento. Si se recibe un mensaje altamente ofensivo procure contar hasta 10 (o un número equivalente a la efusividad del mensaje) antes de responder. No le envíe forwards (además de que a nadie le gustan) cuyo título sea “Por qué las mujeres odian a los hombres” “Cómo engañar a su hombre” “10 razones de por qué las mujeres son mejores que los hombres”.

Regla No.4. Las devoluciones. No, cuando uno termina una relación no hay devolución de su dinero, ni de su amor, ni de su paciencia, ni de… ejem, ejem. Así que esta regla no se refiere a esto. Con las devoluciones nos referimos a ese conjunto de regalos, cartas, detalles, libros, discos, hasta préstamos económicos, que pudieron haberse realizado durante el tiempo del noviazgo. Devolver las cosas es a veces parte fundamental del duelo o de la venganza, pero ese numerito de irle a aventar todos los envoltorios de barritas marinela o de cartas perfumadas no-fun-cio-na. Lo mejor es dar tiempo al tiempo y considerar que lo único que puede volver a su dueño es aquello que fue prestado. Nada de lo regalado (ni un chicle masticado) se regresa. A menos que se lo pida.

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