2021, seriously?

Cuando era niña pensaba que en el año dosmil habría carros voladores. Hasta ahí llegaba mi especulación sobre el futuro. En mi cabeza de entonces nunca se me ocurrió pensar en el 2021, pero admito que me decepciona un poco pensar que aún no hay carros que vuelen. No per se, al menos.

Yo me compré un carro, no vuela, pero vuelo en él. Y no me refiero a la velocidad porque en eso soy extremadamente cuidadosa. Cuando digo vuelo en él es porque cuando me subo y tomo el volante me imagino todos los lugares a los que iré en él. Cuando acabe la pandemia, por supuesto, o cuando aprendamos a navegarla. Lo que venga primero.

En mis propósitos del 2019 estaba: viajar más. Yo solo pido que el 2021 sea bondadoso y me permita hacerlo. Ir a Hermo ida y vuelta a ver a mi Nats. Ir a Vancouver ida y vuelta a ver a mi hermana. Ir a San Antonio y de ahí a Houston para ver al hijo y a mi hermane respectivamente.

Dear 2021 I seriously want to travel. Y hacerlo en mi carro que no vuela.

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