Cuando iba a cumplir 40

Mi mamá conmigo justo el día del cumpleaños número 40. Yo me estaba mudando de casa, hacía un mes me había casado con Carlos. Caminábamos por Yandell, platicábamos de esto y de lo otro. No, seguramente ella hablaba, seguramente me estaba diciendo lo que íbamos a necesitar para el nuevo departamento. A mi mamá le gustaban las mudanzas hormiga y decorar nuevos espacios. De ella saqué este placer culposo de mover muebles cada tanto tiempo y reacomodar cosas.

De pronto, mi teléfono sonó, era mi hermano Gerardo. Me dijo “Feliz cumpleaños, Periquito” así me decía él, (mi hermana Patricia me dice Chipirrinchi, mi hermano Alejandro me dice Tomasita, mi papá la Macy, Natalia y mis amigas más cercanas, me dicen Syl). (Sólo mi madre me decía Sylvia, pero en el teléfono siempre me decía hijita). (Somos una persona con muchos nombres, leí en algún lado y es cierto). Mi hermano ya entonces estaba en cama, todavía en casa pero a punto de pasar sus últimos días en el hospital. Y ahora que lo escribo me pregunto si tengo el recuerdo torcido y, más bien, yo le llamé para recordarle que era mi cumpleaños porque ya entonces su mente no estaba del todo en el presente.

Cumplía iba a cumplir 40 años yo no tenía idea de que en menos de quince días mi hermano iba a morir.  CUARENTA AÑOS y no sabía que un año después mi mamá también. Cua ren ta  a ños y no sabía que después iba a morir mi sobrina, desaparecería mi papá y Carlos estaría a punto de hacerlo también.

Y hoy, seis años más tarde, y hoy después de un año de estar en tratamiento y terapia, después de un año de hacer todotodo lo que está en mis manos para mantener el equilibrio, todos los duelos me han caído de golpe, las pérdidas pero también los logros, porque también esos duelen porque han costado y son propios. Y está bien porque el dolor, ahora, no me ancla como antes.

Hoy, seis años más tarde, amanece y estoy triste pero no estoy sola. Hay tres gatos encima de mí, un ronquido con barba a mi costado, un viejo dolor en el hombro, mensajes de lxs amiguxs que más amo y la llamada de un hijo de veinte años, todo eso son mi compañía, mi familia, mi contrato con este mundo.

Cuando iba a cumplir cuarenta años no sabía que cumplir cuarentayseis se iba a sentir así. Y así, está bien. Así, es mío.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un Alma Cercana