escribir algo y no hacerlo a solas

nunca me pasa, mi proceso de escritura no es así, pero hace poco tuve una especie de epifanía. una cosa llevó a otra y me di cuenta de que tenía entre manos una historia que contar. hice lo que hago siempre desde los últimos meses: contárselo a Barbudo y luego a dos de mis amigas más entrañables (y extrañables) sorais y rara. cada uno, a su modo, le han dado un vuelco a mi imaginación, a mí construcción de esto.

sí, escríbela porque… sí, escríbela y para hacerlo puedes… ¿has leído a…? ¿has pensado en? te mandé un texto, unas ligas, una obra, que te pueden servir.

cada uno, a su modo, me dio palmaditas en la espalda (o en la muñeca) para poder acercarme a este algo que es duro pero que no puedo no escribir.

no puedo no escribir. de ellas, las mujeres recias que. ¿será por eso el insomnio de la última semana? ¿será por  ellas? los personajes y sus historias también quitan el sueño.

es raro, todo el tiempo te dicen que escribir es y tiene que ser un proceso solitario. y resulta que no, que no siempre. me gusta mi no siempre. me gusta esto de escribir algo y no hacerlo a solas.

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