Ayer fue el día del maestro. Y aunque me quejo de calificar tanto la verdad es ésta: amo dar clases. Pocas cosas puedo admitir en la vida así tan fácilmente. Ésta, la admito sin problema.
Ayer en la ceremonia de celebración me dieron un supermegapremio El Profesor del Año y no miento: sentí muy bonito. El 2009 estuvo lleno de dificultades, de momentos de crisis profesionales y personales. Llevar una vida laboral y una relación destinada al fracaso no es nada sencillo, súmele a usted un hijo preadolescente, deudas por todos lados y el vicioporeldrama que parece chip instalado al nacer. Así que de pronto recibir un premio así es lindo, algo que te recuerda: hay cosas que sí haces bien, del todo bien.
No, no tengo un dilema de teach or not to teach, me queda cada vez más claro que esta profesión que juré no tener es la mejor decisión que he tomado, está casi al par como la que tomé con mi hijo hace casi 12 años. Es una decisión que tomé yo para mí y que de una u otra manera le hace bien a otros (tal como mi hijo porque no me negarán que mi hijo les hace bien a ustedes de vez en cuando).
Anyway, hoy fue el día del maestro y lo celebré con las personas que ahora forman parte de mi vida, personas nuevas, personas que llegaron y le dieron un vuelco al destino. (Personas que quiero como si conociera de toda la vida o bien, personas que supongo que esperé toda la vida para conocer y ahora que han llegado me siento como con juguete nuevo. Mmmh ya nortee mi tema). Lo que quería decir es que hoy conjugué dos maravillas: la de ser maestra y la ser maestra junto con estos que ahora ocupan un porcentaje considerable de mi corazón.
To teach or not to teach is not even a question, is a mission.
No puedo dejar de pensar lo perturbante que me resulta el hecho de que yo juro, perjuro y recontrajuro por el alma de mis muñecas que nunca daré clases; en ésta ni en otra vida.
Y digo que me perturba porque algo en su texto me lleva a pensar que será lo que terminaré haciendo, y me vendrá muy bien.
Pero no quiero pensarlo.
Reciba un saludo.