EL EDREDÓN NUEVO (dulces sueños)

La quincena le brinda a mi familia nuclear (¿a poco eso no se oye explosivo?) es decir, a mi hijo y a mí la posibilidad de cubrir nuestras necesidades básicas:

– fruta y verdura

– leche, yogurt y jugos

– atún y pan bimbo

– jamón y queso (amarillo y blanco)

– huevos y cereal

– cajita feliz de McDonalds

– galletas o ruffles

– libro o disco del sanborn’s

Esa es nuestra canasta básica, lo demás es lujo y/o despilfarro vil. Y ahí estamos en Soriana (¿pueden creerlo?, no fuimos al Walmart) recorriendo los pasillos en nuestro carrito, sorteando obstáculos: señoras gordas con mucho mandado, maridos enojados que lo único que quieren es irse a ver la tele, niños latosos (un gramo más latosos que el mío) que te brincan en cada esquina.

Primero cumplimos con nuestra lista de canasta básica y pasamos a los lujos y/o despilfarros viles: una manguera verde, muy brillosa y a sólo cincuentaycuatro pesos sólo hoy. Qué felicidad, desde cuándo teníamos ese pendiente, una manguera para regar la parte del jardín que sí tiene pasto y aquella que es sólo tierra para que un día también tenga pasto. Avanzamos un poco más y de pronto, ahí bajo un gran cartel que dice OFERTA está un grupo de hermosos edredones a sólo cientosetentaynuevepesos… Dios, qué lindura. Hago mis cuentas (ya ni sé para qué las hago si siempre salgo mal parada de éstas) y me digo: “sí, sí, el edredón se viene con nosotros”. Otro lujodespilfarrovil.

Hay amarillos, rojos y verdes, hay uno con cuadros y motivos tribales, otro amarillo canario que no le deseo a nadie y luego, ahí está: un edredón fondo beige y pequeños y sutiles florecillas y líneas color vino. Es él. No hay duda. Se viene con nosotros.

Mientras esperamos en la cola y el hijo insiste, insiste e insiste en que le compre un huevito kinder, unos cheetos, una manzanita sol, un tubito de m&m´s y le insisto, insisto e insisto que eliga o un huevito kinder, unos cheetos, una manzanita o el tubito de m&m’s porque no se va a llevar y comer todo eso con mi permiso, hago fotografías mentales de cómo se va a ver MI edredón en MI cama. Mis sábanas color vino, los almohadones con funda color vino, la madera del tocador, del buró, del escritorio y de los libreros (es habitación multifuncional como pueden ver) harán lucir más el edredón. Me veo a mí misma recostada en mi edredón pachoncito, disfrutando de un libro o de una película. Me veo divina. Parezco chica de comercial de edredones.

Qué suave que es quincena.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un Alma Cercana