Y LAS MOSCAS NOS RODEABAN (domingo en san pedro)

“Es una granja, hay tacos de borrego, como los del sur, hay caballos, borregos (hello!), pajaritos… al niño le va a encantar”. Ninguno de los argumentos de mi padre es tan poderoso como el último. Claro, una salidita fuera de la ciudad le caerá bien al de cinco que pasa demasiado tiempo con las niñas jugando a los ninjas que van al mandado.

Off we go.

San Pedro está a menos de 30 minutos de la ciudad. Menos, mucho menos. Ahí se va uno los fines de semana a comer tamales, elotes asados, a llenarse la panza de antojitos sonorenses.

Vamos.

Vas muy rápido, vas muy lento, bájale a la música, súbele al aire… No voy rápido, no voy lento, no le bajo a la música y el aire está bien así.

Mis papás discuten.

En la tienda hay un periquito azul entre paaa-ja-ri-tos, es muy popular y saludador y también muuuuy que-ri-do.

Juanantonio canta.

“I don’t know what to believe anymore except that everyone in our family is lying…”

Sylvia lee ¡YO! de Julia Alvarez.



Manuel sólo observa la carretera.

Llegamos, un agradable matrimonio de médicos nos recibe, son los anfitriones de este ¿restaurant? ¿granjaurant? ¿restanja? Cerca, a un lado, atrás y adelante de ellos un ejército de moscas nos da la bienvenida.

Menú: tacos de borrego, machaca, papas con chorizo y carne adobada. Uno de cada uno por favor. ¿Tortillas de harina o maíz? Mi papá me dice que el borrego no va con la de harina. No va. Who cares. El de adobada sí lo pido en maíz.

Moscas

Moscas.

Moscas cerca de mi soda, sobre mi mano, en mi cabello.

Niño preguntando si chivo, oveja y borrego es lo mismo. Mamá evade la conversación. Abuelo explica algo. Abuela enojada, ¿cómo le dices eso al niño?

Una hora después.

Los tacos.

Repollo, cebollita morada, salsas verde y roja. ¿Le pones limón? ¡Cómo le echas sal! ¿Me das un traguito de tu coca? ¡Pide una tú! No tomes cerveza, porque luego, la carretera… Nunca he chocado…

Mi familia seguía siendo la misma y las moscas nos rodeaban.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un Alma Cercana