Baltimore

hace ocho años vine a Baltimore, tomé fotos en el puerto, comí crab cakes, caminé por estas calles. tuve frío y tomé la mano de una mujer que quería montones. hace ocho años vine a Baltimore, el viento me golpeaba la cara porque no sabía qué sería de mi vida en este país, pero sabía una cosa: quería escribir.

vuelvo a Baltimore y la ciudad es igual de hermosa. camino y aprendo de Jessica, mi editora, disfruto una charla entre camarones, ostiones, cabezas de langosta y vino. mucho vino.. conozco lectorxs y escritorxs. camino más. hace frío y entonces me amarro bien la bufanda, me cierro el abrigo y escondo mis manos en los bolsillos porque no hay a quién tomar de la mano. esta vez tampoco sé a dónde va mi vida pero sé que he ido escribiendo libros que están siendo leídos.

la ciudad es igual.

yo no.

mucho ha pasado desde 2011.  inicios, despedidas, trabajos, libros, corazones gordos de felicidad y corazones rotos de dolor. la vida no se detiene (ni en Baltimore ni en ningún lado).

el viento me golpea en la cara, la vida ya no.

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Un Alma Cercana