entre ayer en la noche y hoy se metió en mi cuerpo el gusanito de la ansiedad. pinche gusanito, de veras. como si no tuviera yo suficiente con los muchos ensayos que calificar y los muchos alumnos y los muchos otros asuntos que habitan en mi cabeza.
lo peor de esta ansiedad es que:
- estoy a semi-dieta y no puedo zamparme de comida reconfortante.
- ayer me lastimé la rodilla y no pude ir a correr hoy.
- no está mi taquero de 24 horas.
¿taquero de 24 horas? sí. es una lección que aprendí del fre. me explico:
en hermosillo una vez abrieron una taquería, una de burros percherones, cuya novedad era que estaba abierta las 24 horas. el fre decía que nunca había ido así: a deshoras, pero que sólo saber que existía le daba, y cito, “seguridadcita.”
entendí perfecto a lo que se refería.
eso: solo saber que está, que existe, te da tranquilidad. vayas o no. la necesites o no.
en el paso no hay una taquería como esa.
pero digamos que, de pronto, cuando menos lo imaginaba, encontré a alguien con la misma cualidad de la taquería de 24 horas. otorga paz sólo con su existencia en esta texanía.
Me encantó leer esto de la seguridadcita que dan ciertas cosas o personas que sabemos que están ahí las 24 horas….