Hace poco he descubierto algo sobre mi familia. No importa mucho cómo, ya saben, en todos lados encuentro símbolos, con frecuencia analizo hasta el mínimo movimiento del viento sobre mi cabello.
¿Qué descubrí?
Descubrí patrones. Patrones que se repiten en cada generación. No sé si en todas las familias ocurre (aunque lo más seguro es que en una de cada tres, sí). Verán, la cosa es así. En cada generación de mi familia hay un hombre que se enamora de prácticamente todas las mujeres que conoce, que cambia de mujer como de zapatos. Hablando de zapatos, en mi familia, en cada generación de mi familia, hay una obsesión por ellos. Hubo quien los hacía, hubo quien los dibujaba y hay quien los compra como si fueran garantía única de la felicidad.
En cada generación te encuentras a una mujer valiente y/o a una mujer que sencillamente no sabe cómo esconder su miedo, su miedo de ser. También hay un hombre, un hombre maravilloso con quién te gusta pasar el tiempo, a quien admiras y que en el momento menos esperado se convierte en un ser difícil, complejo, que desaparece un buen día y aparece otro más uno, dos o tres años después.
En mi familia hay mujeres que mueren jóvenes por no saber cómo lidiar con el desamor –o lo que suponen que es desamor-, mujeres cuyo corazón se detiene -literalmente-, y hay mujeres que prácticamente desaparecen, se hacen invisibles para lograr el amor –o lo que creen el amor. ¿Demasiado dramático? Dejémoslo entonces en que hay mujeres para quienes el amor es todo un lío.
En cada generación hay secretos. Hay temas de los que no se hablan, ni en público ni en privado. Y es como estar leyendo un libro al que le faltan páginas. Sin las páginas hay cosas que bien puedes inferir pero definitivamente sientes que algo te falta. Y no sé si todo esto, y me refiero a los patrones no a las páginas, sea un problema, pero sé que me preocupa pues que los patrones se continúen repitiendo sin sentido, que pase el tiempo, se repitan las historias y que nadie las entienda, las entienda realmente como para no repetirse, como para no repetirlas y mejor buscarle por otro lado.
Si alguien sabe de romper patrones favor de comunicarse al 2207504, en Hermosillo…