El cachi invitó a Natalia al bar en que toca. El cachi toca. Natalia me invitó a mí. Yo estaba medio down. Nos arreglamos: falda, zapatitos, color en los labios. Pasamos por un amigo que también andaba igual, pero yo creo que estaba más down que yo, pues no quiso ir.
Llegamos al planeta de los deportes, un lugar lindo y deportivo. Al ratillo llegó el cachi y ellos mientras ellos platicaban yo pensaba en la inmortalidad, en la insoportable levedad del ser y en la liviandad de los sentimientos, o sea: en estupidez y media. Esa estupidez y media que pasa por la mente de los seres humanos cuando andamos down.
Luego se despidió. Hora de la primer tanda. A ver qué tal tocan, dijimos. Yo, estaba muy dispuesta a oír música que me sacara de mi estado insoportable. Pero:
Créanme, escuchar antes que nada Yellow de Coldplay y despuecito Don´t let me down de The Beatles no llevan a nadie a un lugar de armonía y grandes esperanzas. Nel. Pero:
Nos fuimos a casa. Dormimos. Y un sueño mucho más poderoso que mi alma me permitió amanecer con un rostro amable y contento. Grandes esperanzas.
¡Ya es sábado! ¡Que me echen a coldplay, a los beatles y hasta joséalfredo, el down ya se fue!!
Sylvia ha vuelto.