Este es una tema que trato de evitar con cualquier persona pero trato de ahondar siempre con los más íntimos. Esa breve pero intensa lista de freaks en mi vida. Entiéndase por freak por “persona rara que parece querer robarle a una la felicidad a cada instante”.
Todos tenemos alguien así, una tipa o tipo, parecidos a La Mascarita esa que sale en el programa del Becker, cuyo único objetivo en la vida es dañar, obstruir, criticar, copiar, mortificar o llanamente joder la vida de una.
Existen varios tipos de freaks, desde quienes hacen una crónica diaria de los momentos más bochornosos de tu vida frente a todos cada que pueden, quienes sonríen amablemente y por la espalda encajan sus uñitas acrílicas en la primera oportunidad, quienes critican mordazmente tu trabajo (lo cual no tiene nada de malo en realidad) pero que luego escriben bajo la misma pauta, con el mismo estilito, quienes se cambian a vivir cerquita, cerquitita de tu casa (como si no hubiera otras miles de casas en toda la ciudad) fingiendo gusto o alegría por compartir tacitas de azúcar, quienes te muestran su colección de discos de tu artista favorito porque resulta que sieeeempre le había gustado tanto, quienes siempre siempre encuentran un motivo para borrar esa sonrisita boba que se acomoda entre tus comisuras y tus cachetes. Hay quienes se compran justo los lentes que tú dijiste que comprarías la siguiente quincena, hay hasta quienes un día te llegan vestidas exactamente igual que tú, con el mismo libro que tú estás leyendo bajo el brazo…
El Freaky One Kenobi al igual que Obi, se te aparece cuando menos lo esperas. Te atrapa te abraza y te abrasa. Te enreda con palabras y si eres ingenua, crees en ellas más de un 60% de las veces.
Si tú tienes un freak en tu vida: May the force be with you.