RELÁMPAGO

Durante septiembre tuve en receso mi novela, el libro aquel del que un tiempo no dejaba de hablar. Necesitaba el descanso. Este es un texto que duele y se conduele. Como me ocurre con la hermana de quien escribo.

Ayer, por ese azar que nunca lo es, conocí a alguien que resultó ser excompañero de mi hermana en la universidad. Le propuse tomarnos un café para que me platicara de ella. Dijo que sí, nos despedimos. Casi una hora después se me acercó y me dijo: “me quedé pensando, me acordé de muchas cosas… es que tu hermana era un relámpago…” y continuó su oración con dos, tres, cuatro notas que hoy jueves cinco de octubre comenzarán a ser parte de este libro que a veces no me deja estar.

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