RAINDROPS ARE FALLING ON MY…

Eso de volver con ánimos al empleo donde no se estuvo casi en siete semanas está suave. Soy otra vez la más sonriente. Llegar y acordarse de que se tiene nueva y flamante oficina con ventana (aquí tener ventana es un lujo) (aunque desde la ventana se vea un cachito de paisaje y ochomil ladrillos del edificio de al lado) tiene su encanto.

Que te vean con gusto y te reciban con abrazos, también.

Afuera llueve y llueve, los rayos truenan. Es un día nublado lindo. Estamos a oscuras, se quemó un nosequé y por tal razón no tenemos compus, ni luz, pero sí tenemos aire acondicionado. Yo traje mi compu, con batería, y por alguna razón tengo internet (Dios existe).

Contenta.
Mucho.

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