Hay puertas que no deberían abrirse. Puertas que dan un vuelco, que azotan en su más dura extensión.
Te abro la puerta y tú, ingrato, vienes a recordarme lo que soy, lo que fui y lo que no seré.
Espacio de Ocio y Escritura de Sylvia Aguilar Zéleny
Hay puertas que no deberían abrirse. Puertas que dan un vuelco, que azotan en su más dura extensión.
Te abro la puerta y tú, ingrato, vienes a recordarme lo que soy, lo que fui y lo que no seré.