el 19 de septiembre de 1985 yo estaba en primero de secundaria
mi rutina era levantarme temprano, hacerme desayuno y ver un poco de Hoy Mismo en televisión antes de irme caminando a clase
ese día fue igual
excepto
que entre una y otra cucharada de cereal, la imagen se perdió, se veía algo, luego no, se escuchaba algo luego no
no
me fui a la escuela, mi primera clase era a las 7 am
para el primer receso ya había pasado y ya se sabía: los profesores, los compañeros, todos alrededor hablanban de ello, “dicen que tembló en el df”
yo solo pensaba en mi hermana y mi hermano, voy a ser honesta, tíos, tías, primos, primas no entraron en mi cabeza. solo pensaba en patricia y en gerardo
volví a casa de la escuela a la una. para entonces mi madre ya era un manojo de nervios porque aún no sabíamos de ellos
en la noche, finalmente, mi hermana se pudo comunicar. estaban bien y, además, habían sentido ya el segundo temblor.
la ciudad de méxico estaba echa pedazos pero esa era la época orgánica, en la que no había redes solo el boca a boca y las pocas imágenes que se rescataban en televisión
tantos huérfanos
el 19 de septiembre de 2004 murió mi tío Favio. Tengo su nombre, tengo su recuerdo, tengo el infinito amor que mi madre le profesó a él porque la cuidó cuando quedaron huérfanos
huérfanos
el 19 de septiembre de 2017, por la mañana, mi esposo me dijo ¿sabes qué día es hoy? y sí, yo sabía, le dije, hoy se cumplen treintaytantos años del sismo del df. pero él hablaba de que ya se acercaba mi cumpleaños.
a las 3 de la tarde, entre una y otra clase me enteré que un par de horas antes había temblado, que el centro del país, otra vez, se venía abajo
di una clase
di otra
manejé luego a casa
encontré a Barbudo en lágrimas, lo escuché con el alma arrobada
mi hermana, mi hermano ya no viven ahí. mis tíos, casi todos, han muerto ya. pero están mis primos y sus hijos y mis amigos, tantos amigos y gente muchísima gente que admiro.
están y no
el 19 de septiembre méxico cae y, de alguna forma, se levanta, se levanta, se levanta