un paladar odontológico creado por la santa inquisición

Pues el de casicatorce (GULP!) se ha hecho a la idea que se queda y está tranquilo o simplemente esta semana las hormonas tienen bloqueado el tema, who knows. También puede ser que esté obnubilado pues el sábado pasado su dentista le puso un aparato en el paladar. Dicha “herramienta” bien pudo ser diseñada por algún técnico de Tomás de Torquemada y, a decir del de casicatorce (y es un decir muy difuso porque con la cosa esa en la boca le entiendo la mitad de lo que dice) es bastante incómodo. No sólo eso, el susodicho en cuestión, de momento, no puede masticar bien. Su abnegada madre -créanme, puedo serlo- ha utilizado su batidora más que nunca para preparar toda una variedad de purés que usted no podría ni imaginar.

El caso es que esta ha sido la semana de las comidas y los ánimos blandos en el departamento de la rebelión adolescente. Pero claro, el clima puede cambiar en cualquier segundo. No bromeo.

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