¿EXTRAÑO O NORMAL?

Quiero preguntarte algo, me dice. Y yo, y ustedes, ya sabemos a dónde me llevan siempre sus preguntas. Dime, le digo, con cara de todolopuedocontestar.

¿Soy extraño o soy normal?

Pas.

La mejor manera de atacar una pregunta de ese tipo es con otra pregunta, ¿por qué quieres saber si eres extraño o normal? La razón: porque alguien le dijo que era extraño.

Inhalar.
Exhalar.

Ser normal es aburridísimo, es cierto, tú no eres normal eres diferente, especial, único (agregue usted aquí un largo discurso merecedor del Oscar por actriz de reparto).

Pero…

(Ay, sus peros)

Entonces, ¿cómo es ser normal? No le digo que soy la menos indicada para explicar lo que es ser normal, en cambio le invento que los normales se visten igual, caminan igual, juegan siempre a lo mismo y…

Para entonces ha tomado ya un juguete entre sus dedos, ha perdido atención en lo que digo, vuelve a ese mundo de donde toma ideas,palabras y preguntas que nuncanunca dejarán de sorprenderme.

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