Pinchi julio. Vienes con todo. Pero ni creas que voy a dejar mi sonrisa, que voy a hacer a un lado la buena vibra que este año me ha heredado. Ni creas.
Ni creas que por todo lo que nos has hecho pasar (de veras que es raro hablar en plural) nos vas a vencer, ni por las caídas, ni por los aviones que abandonan, ni por la incertidumbre, ni por la certeza de que hay ausencias que nunca dejan de ser ausencias.
No nos haces nada.
No, ni siquiera anoche cuando se te ocurrió ponerle ese bicho raro que le picó al de seis y que nos hizo pasar la noche en la sala de urgencias con el alma en un hilo y el temor en toda la piel. Ni siquiera así, julio, nos vas a ganar.
Yo seguiré con mi buena cara, cojeando sin quejarme… segura de que esta serie de raras experiencias que nos has heredado no harán sino hacernos fuertes.
Lo que sí, pinchi julio, te sales, neta que te sales…
P.D. Agosto: ni lo pienses…