Antes de que mi amigo Carlos se apareciera en mi vida y me enseñara ese secreto maravilloso para crear y guardar contraseñas yo era un asco. Sí, un asco. O utilizaba la misma contraseña para todo o me inventaba unas de acuerdo al estado de ánimo. Un asco, les digo, y una contraseña no es cualquier cosa, no no no, es cosa seria.
Se suponía, que ya todas mis contraseñas estaban en orden, guardadas, registradas, tenían un sentido del cual yo no podía escapar. PEEEEEERO acabo de descubrir una cuenta que hace siglos no usaba y a la cual necesito accesar y, por supuesto, no me acordaba de la contraseña. Hice esa cosa de preguntas personales para que el sistema supiera bien que yo era yo (cosa a decir verdad de la que ni yo estoy segura, yo soy yo?).
Tons, la pregunta personal que elegí, para colmo no es pregunta sino una afirmación a la cual debo de contestar y dice así:
Porque Así Soy:____________ (y en la rayita debo contestar)
O seaaaaa…
Yo soy de muchas maneras, yo soy muchas cosas, tantas que no hay lista posible. Porque así soy, esa, esa fue la pregunta personal que elegí para obtener mi contraseña de regreso… Ustedes no tienen idea de todos los adjetivos -buenos, malos y regulares- que he tecleado ya sin llegar a ningún lado. Básicamente no sé cómo soy, o bien, no sé cómo era en la época que cree esa cuenta.
Olvidadiza, así soy, sí (ya lo teclee y tampoco funcionó, digo en caso de que tuvieran duda). Así que estoy en búsqueda de palabras que me digan cómo soy (aparte de bruta, claro).