Es el día más correteado.
Es el día de la clase de yoga a donde llega uno sonriendo y casi flotando y sale uno medio molido. Es el día de correr de punta a punta en la universidad para llegar a las tres clases: yoga, poesía, ficción. Es el día en que trabajo todo: cuerpo, mente, emociones, elucubraciones.
Es el día en que me acuerdo por qué estoy aquí, por qué lo dejé todo, por qué hay que perseguir sueños.
Además claro, el jueves es el nuevo viernes, ¿qué se le va a hacer?