RULETAS RUSAS (no tan bellas como las muñecas)

OP transcribió en su blog una cita de Enrique Vila-Matas que dice: “Descolgué el teléfono con cierto miedo. Después de todo, el teléfono siempre es una ruleta rusa”. ¿A poco no es para leerla y leerla y leerla?

Por supuesto que pensé en todas esas veces que para mí levantar el teléfono, leer un e mail, una tarjeta (acompañando un ramo de flores) o abrir la puerta, fue una ruleta rusa. MUY rusa. ¿Cómo se puede ser tan rusa?

Quise reflexionar en todas las veces que mis interlocutores (esa estela de exes que una siempre se carga) también experimentaron una ruleta rusa al tomar mis llamadas, abrirme la puerta, leer un e mail o la dedicatoria de un libro. Pero no lo hice. Hacerlo hubiera sido tambien una ruleta rusa.

Lo mejor es, pedirle su varita mágica a un hada madrina y convertir mis ruletas rusas en muñecas rusas. Así, la vida sería más divertida.

¿Dónde dejé el teléfono del hada?

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