papi

Papi tiene más de to que el tuyo, más fuerza que el tuyo, más pelo, más músculo, más dinero y más novias que el tuyo. Papi tiene más carros que el tuyo, más carros que el diablo, tantos carros que tiene que venderlos porque no le caben en su propia marquesina. Papi tiene carros que hablan y te dicen que te pongas el cinturón y que cierres la boca, en inglés, francés y otros idiomas. Papi los maneja, uno diferente cada día, porque son tantos que tiene que repartírselos, uno por la mañana, uno por la tarde y otro por la noche, es decir cada cuatro horas. A veces uno incluso para el almuerzo. Uno para irme a buscar al colegio, uno para ir a mi primera comunión, uno para visitarme los domingos, uno para ir a visitar a su mamá y otro para sus hermanas, un jaguar para el día de los padres, un camaro para el día de los enamorados, un be eme doble u para las inauguraciones, un ferrari para llevarme a comer helados. Un carro que usa cuando va a traerle a mami mi mensualidad, uno para cuando viene a decirle a mami que quiere volver con ella y otro (por lo general un Mercedes baby descapotable) cuando viene a decirnos que vuelve a casarse con otra y que nos invita a la boda y deja los muebles de mami impregnados con su perfume que es muy fuerte, más fuerte y más caro y más bueno que el perfume que usa el tuyo, si es que acaso tu papá ha visto alguna vez uno.

A mami le da dolor de cabeza.

 

Papi, Rita Indiana.

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