El año pasado inicié un poco a broma un proyecto que Barbudo y yo llamábamos la Residencia Sylvipistolas. El objetivo era abrirle nuestro espacio a una escritora o artista mexicana sin preocuparse de nada nadita. El único costo es que haya un tipo de intercambio, el que sea. Marisela Guerrero por ejemplo nos dejó un montón de cecina y unos hermosos libros.
Pero ahora no es broma, ahora estamos trabajando en hacer de esto algo serio. Lo primero es buscarle nombre, crear una convocatoria, un a página web y, en una de esas, buscar recursos no para nosotros sino para que las autoras y artistas en cuestión puedan viajar desde donde estén hasta nuestra pequeña casa en esta Texanía y dedicarse por unos días a lo suyo.
Así es como Nora de la Cruz estuvo con nosotros en Diciembre y en casa trabajó en una novela . Tuvo las mañanas y tardes para escribir, revisar y, debo decirlo, las noches para charlar con nosotros de su escritura y de muchas otras cosas. Tallereamos su libro, discutimos autores, obras y chismes varios. Mis libros se volvieron la biblioteca que ella consultó y disfrutó. Mi mesa se volvió su escritorio, mi sala su habitación, bueno hasta mi gata fue un poco de ella. Su intercambio fue ayudarnos con los trastes, cocinarnos un rico flan napolitano y también unos libros que vienen en camino.
Nuestra futura residente es Itzel Guevara quien viene novela-bajo-el-brazo a escribir y revisar por diez días desde nuestra casa.
¿Por qué hacer esto? Porque en diversos momentos de mi vida alguien abrió las puertas para que yo escribiera sin que tuviera que preocuparme de nada. Pienso de pronto en Elkins que me abrió su estudio en Tucsón en el 97 para que yo trabajara en mi tesis de licenciatura, como intercambio traduje unos documentos para él. Pienso de pronto en Sabina que me abrió su departamento en el DF en el verano del 2012 para que yo tradujera los poemas para mi tesis del MFA, como intercambio fui babysitter de su princesa teen. En 2011 cuando me quedé sin computadora Sofía me ayudó para no quedarme escribiendo a mano.
En fin, que razones para hacerlo me sobran. Así que si ustedes tienen alguna idea, propuesta o duda. Escrí-ban-me.