Hoy, mientras caminaba al trabajo, estaba pensando en que mis últimos posts por aquí han sido bien blancoynegro. Pensaba en eso, en el blanco y en el negro cuando de pronto -noséporqué- pensé en una burbuja y esa burbuja me hizo pensar en cómo, hace dos o tres semanas, quisimos usar por vez primera la lava-trastes del nuevo departamento. Aquí es cuando ustedes se dan cuenta de que yo nunca antes había tenido una. Por lo tanto.
Se me hizo fácil, sencillo, casi nada, poner simplemente del jabón regular que uso para lavar los trastes. Nadie dijo nada. Es decir, nadie dijo nada hasta que ya lo había hecho. Él dijo “creo que debe usarse un jabón especial” pero supongo que mi rosa inquietud de estrenar me hizo desatender.
Resultado: una cocina llena de burbujas. Espuma y espuma por todos lados. Sí, como en una caricatura de la pantera rosa.
Así, señores, es como voy a recordar el día en que estrené la lava-trastes. Un día burbuja.