¿Se acuerdan que cuando comencé a hablar de él tenía cuatro años? Así lo llamaba, el de cuatro. Luego fue el cuatroymedio, luego el de cinco, el cincoymedio. El de seis.
Y de pronto damos un brinco en el tiempo, un brinco de diez años y es el de Catorce. Mi hijo tiene catorce años y ya está en preparatoria, mi hijo me habla de su clase de escritura creativa, de lo difícil que será la de biología, de lo mucho que le interesa la de medios digitales y de la pésima comida en la escuela.
Mi hijo, mi el de catorce, me habla también de los videos que sube a youtube, de lo mucho que le gusta editar, mezclar música, sonidos. Mi hijo, el de catorce que escribe viñetas hermosísimas. Mi hijo el de catorce, un chico alto de actitud sazona. Mi hijo, mi primer gran razón.
Ese, el de catorce. Hoy no es su cumpleaños. Hoy no se festeja nada, hoy simplemente es un jueves en que he querido hablar de él.