Se quitó el velo y me escuchó.
O tal vez no se lo quitó del todo, pero me escuchó y eso basta. Nada como una dosis de honestidad para decir lo que se es.
Espacio de Ocio y Escritura de Sylvia Aguilar Zéleny
Se quitó el velo y me escuchó.
O tal vez no se lo quitó del todo, pero me escuchó y eso basta. Nada como una dosis de honestidad para decir lo que se es.