REFORESTE, REFORESTE

Hay días en que simplemente hay que reforestar la mente. Así como se oye. ¿Cómo se logra? No tengo la más pálida idea. Sin embargo, soy creativa (y muy ingenua) así que estoy segura de que daré con la fórmula perfecta y, en el momento menos pensado, mi mente se habrá poblado de algo más próspero y frutal.

Así que, usted que me lee hoy, reforeste, reforeste de vez en cuando. Go Green!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *