STRONG MOMS

Los viernes son mis días libres. Hoy tenía que hacer un trámite y después de eso me largué a caminar un rato en el centro. Me detuve en un aparador de botas vaqueras (don’t ask) y de pronto de esa tienda salió una señora. En su mano derecha, casi a rastras llevaba una bolsa negra llena que, por un lado, con letras grandes y blancas decía: STRONG MOMS.

Me quedé ahí parada viéndola caminar hasta la otra esquina. Venía con un jovencito que bien pudo ser su hijo y que no cargaba ni llevaba absolutamente nada en sus manos. No necesitaba, supongo, él es uno de esos hijos de madres fuertes que, a la larga, se consiguen una esposa de manos fuertes que, a su vez, se convierten en mamás fuertes.

O a lo mejor yo soy muy azotada.

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