PRÍNCIPE HÚNGARO

Hace mucho que no escribo aquí de mi Príncipe Húngaro y es que hace mucho que no sé nada de mi Príncipe Húngaro, lo tengo perdido entre sabáticos, perros, gallinas y casas gigantes por encima del bosque. Mi Príncipe Húngaro que se levanta temprano a ver las carreras de autos, que tiene un x-box y que tiene perros de mi tamaño. Mi Príncipe Húngaro que me cuidaba cuando niña, que me enseñó lo que era el atún, la coca-cola, que me llevaba al kinder en bicicleta. Lo extraño, extraño sus llamadas, sus charlas que pueden comenzar con Foucault y terminar con Fútbol.

Si alguien sabe de él, díganle, díganle que esta semi-princesa húngara que habita la Texana Tierra lo busca y lo busca.

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