LIBROS ACÁ, LIBROS ALLÁ

Anoche, ya me iba a dormir y se me vino algo a la mente que podía servir para otra cosa que tengo en mente. Me levanté, me fui a los libreros de la sala. Busqué y busqué. Estaba segura de que ese libro estaba aquí, si me lo traje, ¿qué no? Pero no, todos los anaqueles indican que el libro no está aquí.

Lo difícil, al mudarse, fue decidir qué me traía. Mi sistema de valores bibliotecario es indefinible. Eso sí extraño, la sensación de que todo esté en un lugar. Porque claro, cuando voy allá, me hace falta un libro que está acá.

Puf.

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