NI ROCKY BALBOA, ME CAE

Me cae que ni Rocky Balboa tiene la disciplina que yo he tomado en estas semanas. Camino diariamente, luego pilates, luego me subo a uno de los mil aparatejos que mi padre tiene para ejercitar. Tomo agua como enajenada (ahora que lo pienso en realidad todo lo hago como enajenada, qué le va una a hacer). No café, no harinas blancas, no gaseosas, no cerveza, no carne. NA-DA. (cállate cucharadita de nutella, no digas nada!).

Como si me entrenara para boxear con un ruso pero no, nada de eso. Simplemente obedezco a mi cuerpo y a Murakami que dice que una mente no saludable (todo escritor tiene una mente no saludable) necesita un cuerpo saludable.

Y para cerrar con broche de oro este proceso hoy me he inscrito a un megacurso de hatha yoga, dos horas diarias, cuatro días a la semana, por mes y medio. Esto es lo que más feliz me pone, es algo que venía postergando y que finalmente puedo hacer (gracias a un tierno patrocinador cuyo nombre me reservo).

El caso es que neta, me cae que ni Rocky Balboa se aplicó tanto como yo ahora.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *