CORRO, VUELO, ME ACELERO

No. Clin. Yo ya no corro, ni vuelo, ni me acelero. Tengo un año aprendiendo a fluir, a dejar que las cosas se den, a hacer cuando puedo hacer, pero a no anticiparme, a no presionar. Trato, al menos, de que sea así. Porque ya corrí mucho, ya volé mucho y ya me aceleré mucho y en ese trayecto hubo demasiados aterrizajes forzosos y hubo damnificados y damnificadas.

Así que cuando me topo con alguien que vive en el corrovuelomeacelero subo los hombros, los bajo de un golpe y me digo: no sé. Exhalo y me pregunto: ¿qué hacer?

No sé qué hacer. No quiero correr. No quiero volar. No quiero acelerarme. Quiero esta, simplemente, “siendo”.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *