Mañana tampoco habrá escuela y con eso ya serán tres días. Tres días de estar en casa porque la temperatura baja, baja, baja. Esta mañana estuvimos a 17 grados bajo cero. Hay nieve afuera, hay hielo afuera, hay un viento helado afuera. Adentro hay comida, cobijas, un calentón que se descompuso pero que ya funciona, hay agua, hay café. Pero adentro, también, hay ausencia, hay la gana de tener al hijo aquí jugando con la nieve, quejándose del frío. Adentro hay deseo de correos demosténicos, charlas con la hermana, cariños de mamá, mitotes con las amigas. Adentro hay pocas ganas de escribir esta semana, pocas ganas de leer. Adentro hay un abrazo que quiere explotar en alguien.
Y así vamos por el tercer día.
Qué loco. En Bogotá no está nevando, entonces, en realidad no tengo pretextos para quedarme adentro, pero este adentro es muy parecido al tuyo.
Aquí también hay pocas ganas de calificar, unas pocas más de leer; pero sobre todo hay muchos deseos de correos de my little copper heart, cariños de mamá y mitotes de las amigas.
Supongo que eso pasa cuando nos vamos a buscarnos lejos, lejos.
Por cierto, ¿cuánto tiempo te quedas allá?
Un abrazo, Syl…
:*
zuñis de la nenis!
qué lindo que visites este lugar y leerte.
sí, eso ocurre cuando vamos a buscar(nos) lejos del hogarcaloríficohogar. eso y más ocurre.
mi programa es de tres años pero no creo quedarme los tres. yo sólo necesitaba un pretexto para
1) dejar el tec. 2) volver a escribiryleer como se debe.
y tú? cuánto te quedas? me da gustísimo que se haya lanzado la moneda y te haya llevado a bototá.