Me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o de fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito
al que llora por el que lloraba…
César Vallejo, Sermón de la Barbarie