Y que me puse un poco salsa con Demóstenes. Y que me revira dulce y tiernamente. Y que tiene razón. Y que no me queda más que admitirlo. Y que tienes razón, Demóstenes, tienes razón. Y que lo repito como mantra. Y que me digo: sé lo que quiero y sé cómo lo quiero así que en cierto sentido yo también tengo razón, pero me encantaría no tenerla.
Y que quiero decirte: ven.