Dice Zadie Smith que la tristeza existe, pero que existe junto con la casi obsesiva obligación de ser feliz.
La tristeza y su obligación. La felicidad y su obligación.
Pienso de pronto en el espacio ese pequeño que se enciende con la tristeza y con la felicidad. Se enciende y provoca, arrebata. Le despierta a una ganas tremendas de algo. lo que sea. Algo. Porque una, feliz o triste, encuentra en ese estado: motivos. Se vive y se respira porque hay motivos.
Yo, en ocasiones, me obligo a ser feliz con todo lo triste que esto puede ser. Pero hay momentos donde no hay necesidad de obligarse.