SOY UNA PENÉLOPE pero NO ESA PENÉLOPE

Desenredo un estambre. Tejo otro. Tejo solamente. Tejo por mí y para mí. Porque, aparte de escribir y cocinar, es la única otra cosa creativa que hacen mis manos.

Tejer es un placer. No piensas en nada o piensas en todo. Disfrutas el estambre rozando tus dedos, te alegras de pensar en lo lindo que ser verá tu tejido terminado, en ti o en alguien más. Tejer es un acto de complacencia.

Tejo y se va la ansiedad, se va la tristeza, la inseguridad. Tejo y soy yo, yo otra vez. Tejo pero no espero nada, nadie. No soy esa Penélope. No tejo para hacer tiempo, tampoco para espantar pretendientes ni para esperar marido.

Tejo nada más y hago del enredo lo que a veces no puedo hacer de la vida, una cosa fina, con forma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *